sábado, 28 de noviembre de 2020

Lecturas 28 de Noviembre de 2020

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Apocalipsis 22:1-7
    1 Luego me mostró el río de agua de Vida, brillante como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero.
    2 En medio de la plaza, a una y otra margen del río, hay árboles de Vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes; y sus hojas sirven de medicina para los gentiles.
    3 Y no habrá ya maldición alguna; el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad y los siervos de Dios le darán culto.
    4 Verán su rostro y llevarán su nombre en la frente.
    5 Noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos.
    6 Luego me dijo: «Estas palabras son ciertas y verdaderas; el Señor Dios, que inspira a los profetas, ha enviado a su Angel para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto.
    7 Mira, vengo pronto. Dichoso el que guarde las palabras proféticas de este libro.»

  • Salmo responsorial

    Salmo 95:1-7
    1 Venid, cantemos gozosos a Yahveh, aclamemos a la Roca de nuestra salvación;
    2 con acciones de gracias vayamos ante él, aclamémosle con salmos.
    3 Porque es Yahveh un Dios grande, Rey grande sobre todos los dioses;
    4 en sus manos están las honduras de la tierra, y suyas son las cumbres de los montes;
    5 suyo el mar, pues él mismo lo hizo, y la tierra firme que sus manos formaron.
    6 Entrad, adoremos, prosternémonos, ¡de rodillas ante Yahveh que nos ha hecho!
    7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su pasto, el rebaño de su mano. ¡Oh, si escucharais hoy su voz!:

  • Evangelio

    Lucas 21:34-36
    34 «Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupacines de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros,
    35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra.
    36 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.»

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Eclesiástico 45:1-5
    1 Hizo salir de él un hombre de bien, que hallaba gracia a los ojos de todos, amado por Dios y por los hombres, Moisés, cuya memoria está envuelta en bendiciones.
    2 Le hizo en gloria comparable a los santos, le engrandeció para temor de los enemigos.
    3 Por su palabra puso fin a los prodigios, y le glorificó delante de los reyes; le dio para su pueblo mandamientos, y le mostró algo de su gloria.
    4 En fidelidad y mansedumbre le santificó, le eligió entre toda carne.
    5 Le hizo oír su voz, y le introdujo en la calígine; cara a cara le dio los mandamientos, la ley de vida y de saber, para enseñar a Jacob su alianza, y sus decretos a Israel.

  • Salmo responsorial

    Salmo 16:1-2, 5-8, 11
    1 media voz. De David. Guárdame, oh Dios, en ti está mi refugio.
    2 Yo digo a Yahveh: «Tú eres mi Señor. mi bien, nada hay fuera de ti»;
    5 Yahveh, la parte de mi herencia y de mi copa, tú mi suerte aseguras;
    6 la cuerda me asigna un recinto de delicias, mi heredad es preciosa para mí.
    7 Bendigo a Yahveh que me aconseja; aun de noche mi conciencia me instruye;
    8 pongo a Yahveh ante mí sin cesar; porque él está a mi diestra, no vacilo.
    11 Me enseñarás el caminó de la vida, hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre.

  • Evangelio

    Lucas 10:1-9
    1 Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir.
    2 Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
    3 Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos.
    4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino.
    5 En la casa en que entréis, decid primero: "Paz a esta casa."
    6 Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros.
    7 Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa.
    8 En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
    9 curad los enfermos que haya en ella, y decidles: "El Reino de Dios está cerca de vosotros."

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