ROMA, martes 1 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- La Fraternidad de Comunión y Liberación (CL) se muestra particularmente feliz por la próxima beatificación del papa Juan Pablo II, el cual ha enseñado “qué significa ser cristiano hoy”.
Julián Carrón, presidente de la Fraternidad, subraya en una carta fechada el 31 de enero “la conmoción y el entusiasmo” con el que ha sido acogido, por este movimiento, el anuncio de la beatificación del papa Wojtyła.
“Nos unimos a la alegría de toda la Iglesia dando gracias a Dios por el bien que ha supuesto su persona, por su testimonio y su pasión misionera”, afirma. “¿Quién de nosotros no ha recibido muchísimo de su vida?”.
“¡Cuántas personas han recobrado la alegría de ser cristianos viendo su pasión por Cristo, su humanidad que brotaba de la fe y su entusiasmo contagioso! En él hemos reconocido enseguida a un hombre con un temperamento y un acento marcados por la fe, en cuyos discursos y gestos se hacía patente el método que Dios ha elegido para comunicarse: un encuentro humano que hace fascinante y persuasiva la fe”.
Todos, subraya Carrón, son “bien conscientes de la importancia de su pontificado para la vida de la Iglesia y de la humanidad”.
“En un momento particularmente difícil, con una audacia que sólo puede proceder de Dios, volvió a proponer ante todos qué significa ser cristiano hoy en día, ofreciendo a todos las razones de la fe y promoviendo incansablemente las semillas de renovación del cuerpo eclesial sembradas por el Concilio Vaticano II, sin ceder a ninguna de las interpretaciones parciales que querían reducir su alcance en un sentido u otro”.
“Su contribución a la paz en el mundo y a la convivencia entre los hombres pone de manifiesto que una fe vivida integralmente en todas sus dimensiones es decisiva para el bien común”, añade.
Juan Pablo II y CL
Julián Carrón subraya también el estrecho vínculo que unió a Juan Pablo II y Luigi Giussani, fundador de CL, “en virtud de la mirada de fe que compartían hacia toda la realidad y de la pasión por Cristo”.
La enseñanza del papa polaco, observó, “ha sido muy valiosa para comprender y profundizar en nuestro carisma, en las distintas y múltiples ocasiones en las que habló a todos los movimientos, que él calificó como 'primavera del Espíritu', destacando que la dimensión carismática de la Iglesia es 'coesencial' a la institucional”.
“Con una paternidad sorprendente y única, Juan Pablo II abrazó nuestra joven historia reconociendo canónicamente la Fraternidad de Comunión y Liberación, los Memores Domini, la Fraternidad Sacerdotal de losMisioneros de San Carlos Borromeo y las Hermanas de la Caridad de la Asunción, como frutos diversos que han brotado del carisma de don Giussani para el bien de toda la Iglesia”.
“Por tanto, si alguien tiene una enorme deuda de reconocimiento hacia Juan Pablo II, somos precisamente nosotros”, reconoció.
Por este motivo, CL estará presente en la beatificación, prevista para el 1 de mayo. Para poder participar en la ceremonia, los Ejercicios Espirituales de la Fraternidad, que se habían programado del 29 de abril al 1 de mayo en Rímini, terminarán el día anterior, 30 de abril, para permitir a todos acudir a Roma “para unirnos al Papa y a la Iglesia en acción de gracias a Dios, que nos ha dado un testigo tan auténtico de Cristo”.
“Queremos unirnos de corazón a Benedicto XVI, que en su clarividencia ha querido señalar a todo el mundo al beato Juan Pablo II como ejemplo de lo que puede hacer Cristo en un hombre que se deja aferrar por Él”, concluye Carrón.
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