miércoles, 16 de marzo de 2011

Evangelio 17 de Marzo de 2011

  • Primera Lectura: Ester 14, 1.3-5.12-14
    "No tengo otro defensor más que tú, Señor"

    En aquellos días la reina Ester, angustiada porque la muerte se le venía encima, recurrió al Señor, y oró así al Señor de Israel: «Señor mío, tú eres nuestro único rey, ayúdame, porque estoy sola, no tengo a más protector que a ti, y el peligro me amenaza. Desde niña he oído en mi familia que tú, Señor, elegiste a Israel entre todas las naciones, y a nuestros padres entre todos sus antepasados, como heredad perpetua, cumpliendo todas tus promesas.
    Acuérdate de nosotros, Señor, y hazte presente en medio de nuestra tribulación. Dame valor, Rey de los dioses y dominador de todo poder; inspírame palabras oportunas; cuando tenga que hablar al león, cambia su corazón; haz que aborrezca a nuestro adversario, para que muera con sus cómplices. Líbrame, Señor, con tu poder, y ayúdame a mí, que estoy sola, y no tengo a nadie más que a ti, Señor».

  • Salmo Responsorial: 137
    "Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste."

    Te doy gracias, Señor, de todo corazón; te cantaré en presencia de los dioses extranjeros, postrado hacia tu templo santo.
    R. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.

    Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu fidelidad. Cuando te invoqué, me escuchaste y fortaleciste mi ánimo.
    R. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.

    Despliegas tu poder contra la saña de mis enemigos. El Señor completará lo que hace por mí: Señor, tu amor es eterno, no abandones la obra de tus manos.
    R. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.

  • Evangelio: Mateo 7, 7-12
    "Todo el que pide, recibe"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
    «Pidan y Dios les dará, busquen y encontrarán, llamen y Dios les abrirá. Porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra, y al que llama, Dios le abre.
    ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan le da una piedra?; o si le pide un pez, ¿le da una serpiente? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre del cielo dará cosas buenas a los que se las pidan!
    Así pues, traten a los demás como quieran que ellos los traten, porque en esto consisten la ley y los profetas».

No hay comentarios: