En su discurso de apertura de la 63° asamblea plenaria de la CEI, el Cardenal Bagnasco, dijo: "repetimos hoy el grito que ya ha resonado en la asamblea del año pasado: sobre la integridad de nuestros sacerdotes no podemos transigir, cueste lo que cueste. Incluso un solo caso (de abuso) en tal ámbito, sería demasiado".
Las palabras del Purpurado también se dan luego del arresto, el pasado viernes, del sacerdote homosexual en Génova, P. Ricardo Seppia, quien ha sido acusado de tener relaciones con un menor de edad de 17 años a cambio de drogas.
El Cardenal afirmó en su discurso a los obispos italianos que "cuando luego los casos se repiten, el dolor es indecible y la humillación es total. Pero las sombras, incluso las más graves y dolorosas, no pueden oscurecer el bien que hay" entre los demás sacerdotes.
"Una vez más, entonces, nosotros los obispos, confirmamos la estima y la gratitud a nuestro clero que se prodiga con fidelidad, sacrificio y alegría, en la cura de las comunidades cristianas", subrayó.
El Cardenal agradeció luego al Papa Benedicto XVI el trabajo que viene realizando la Congregación para la Doctrina de la Fe que envió hace unos días a todos los obispos del mundo una carta circular en la que solicita que cada conferencia episcopal redacte un documento en el que precise la manera específica del procedimiento ante los casos de abuso.
El Arzobispo señaló que un equipo interdisciplinario, bajo la autoridad de la CEI, está trabajando en el documento para Italia que busca hacer frente a una "infame emergencia aún no superada, que causa daños incalculables a los jóvenes y a sus familias a las que no dejamos de expresar nuestro dolor y nuestra solidaridad incondicional".
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