miércoles, 25 de mayo de 2011

Evangelio 26 de Mayo de 2011

  • Primera Lectura: Hechos 15, 7-21
    "Juzgo que no se debe importunar a los paganos que se convierten a Dios"

    Por aquellos días, después de una larga discusión sobre el asunto de la circuncisión, Pedro se levantó y les dijo:
    «Hermanos: Ustedes saben que, desde los primeros tiempos, Dios me eligió a mí de entre ustedes para que los paganos oyeran por mi boca el mensaje de la buena noticia y creyeran. Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio a favor de ellos, otorgándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. Sin hacer diferencia entre ellos y nosotros, purificó sus corazones con la fe.
    ¿Por qué quieren ahora poner a prueba a Dios, tratando de imponer a los discípulos una carga que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido soportar? Nosotros, en cambio, creemos que nos salvaremos por la gracia del Señor Jesús; y ellos exactamente igual».
    Toda la multitud guardó silencio; y escuchaba a Pablo y a Bernabé contar las señales y prodigios que Dios había hecho entre los paganos por medio de ellos.
    Cuando acabaron de hablar, tomó la palabra Santiago y dijo:
    «Hermanos, escúchenme. Simón ha contado cómo, Dios, desde el principio, eligió de entre los paganos un pueblo consagrado a su nombre. Esto concuerda con las palabras de los profetas, porque está escrito:Después de esto regresaré y restauraré la tienda de David, que estaba destruida. Repararé sus ruinas y la volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, junto con todas las naciones sobre las que se ha invocado mi nombre. Así lo dice el Señor que realizó estas cosas, anunciadas desde antiguo.
    Por eso, en mi opinión, no hay que crear dificultades a los paganos que se convierten. Es suficiente escribirles que se abstengan de toda contaminación, de la idolatría, de matrimonios ilegítimos, de comer la carne de animales muertos sin desangrar. Ya que desde hace siglos la ley de Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores, que la leen en las sinagogas todos los sábados».

  • Salmo Responsorial: 95
    "Cantemos la grandeza del Señor."

    Canten al Señor un canto nuevo, que toda la tierra cante al Señor; canten al Señor, bendigan su nombre.
    R. Cantemos la grandeza del Señor.

    Celebren día tras día su victoria. Propaguen su grandeza entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos.
    R. Cantemos la grandeza del Señor.

    Digan a las naciones: «El Señor es rey». El aseguró el mundo para que permanezca firme; él gobierna a los pueblos con rectitud.
    R. Cantemos la grandeza del Señor.

  • Evangelio: Juan 15, 9-11
    "Permanezcan en mi amor para que su alegría sea plena"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
    «Como el Padre me ama a mí, así los amo yo a ustedes; permanezcan en mi amor. Pero sólo permanecerán en mi amor si ponen en práctica mis mandamientos, lo mismo que yo he puesto en práctica los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho todo esto para que participen de mi alegría, y su alegría sea completa».

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