viernes, 27 de mayo de 2011

Evangelio 27 de Mayo de 2011

  • Primera Lectura: Hechos 15, 22-31
    "El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponerles más cargas que las estrictamente necesarias"

    En aquellos días, los apóstoles y los responsables, de acuerdo con toda la comunidad, decidieron elegir de entre ellos algunos hombres y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, a quien llamaban Barsabás, y a Silas, personajes eminentes entre los hermanos. A través de ellos les enviaron la siguiente carta:
    «Los apóstoles y los hermanos responsables, a los hermanos no judíos de Antioquía, Siria y Cilicia. Saludos. Hemos oído que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, los han inquietado y desconcertado con sus palabras. Por tal motivo, hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviárselos con nuestros amados Pablo y Bernabé, hombres que han consagrado su vida al servicio de nuestro Señor Jesucristo.
    Enviamos, pues, a Judas y a Silas, que les transmitirán lo mismo de palabra.
    Porque hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponerles otras cargas que las indispensables: que se abstengan de lo sacrificado a ídolos, de la sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de matrimonios ilegítimos. Harán bien en privarse de todo esto. Que les vaya bien».
    Los enviados se despidieron y llegaron a Antioquía, donde convocaron una asamblea comunitaria y entregaron la carta; su lectura los llenó de alegría por el consuelo que les daba.

  • Salmo Responsorial: 56
    "Te daré gracias ante todos los pueblos, Señor."

    Mi corazón está firme, oh Dios, mi corazón está firme: voy a cantar y a tocar para ti. Despierta, gloria mía; despierten, cítara y arpa; despertaré a la aurora.
    R. Te daré gracias ante todos los pueblos, Señor.

    Te daré gracias entre los pueblos, Señor mío, tocaré para ti entre las naciones, pues tu amor llega hasta los cielos, hasta las nubes tu fidelidad. Muestra, oh Dios, tu grandeza en los cielos, y tu gloria sobre toda la tierra.
    R. Te daré gracias ante todos los pueblos, Señor.

  • Evangelio: Juan 15, 12-17
    "Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
    «Mi mandamiento es éste: Amense unos a otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando.
    En adelante, ya no los llamaré siervos, porque el siervo no conoce lo que hace su señor. Desde ahora los llamaré amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí a mi Padre.
    No me eligieron ustedes a mí: fui yo quien los elegí a ustedes. Y los he destinado para que vayan y den fruto abundante y duradero. Así, el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Lo que yo les mando es esto: que se amen unos a otros».

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