martes, 14 de junio de 2011

Evangelio 15 de Junio de 2011

  • Primera Lectura: II Corintios 9, 6-11
    "Dios ama al que da con alegría"

    Hermanos: Tengan esto presente: el que siembra con miseria, miseria cosecha; el que siembra generosamente, generosamente cosecha. Que cada uno dé según su conciencia, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al que da con alegría. Dios, por su parte, tiene poder para colmarlos de dones, de modo que teniendo siempre y en todas las cosas lo suficiente, les sobre incluso para hacer toda clase de obras buenas. Así lo dice la Escritura: Distribuyó con abundancia sus bienes a los pobres, su generosidad permanece para siempre.
    El que proporciona semilla al que siembra y pan para que se alimente, les proporcionará y les multiplicará la semilla y hará crecer los frutos de su generosidad. Enriquecidos así, podrán ser generosos en todo, generosidad que por nuestra mediación, se convertirá en acción de gracias a Dios.

  • Salmo Responsorial: 111
    "Dichoso el que respeta al Señor."

    Dichoso el que respeta al Señor y se complace en sus mandamientos. Su descendencia será poderosa en la tierra, la raza de los hombres buenos será bendecida.
    R. Dichoso el que respeta al Señor.

    Abundarán las riquezas en su casa, su rectitud permanece para siempre. Como luz para los buenos brilla en la oscuridad el que es compasivo, misericordioso y recto.
    R. Dichoso el que respeta al Señor.

    Da sin medida al necesitado, su rectitud permanece para siempre, y mantiene con dignidad su frente en alto.
    R. Dichoso el que respeta al Señor.

  • Evangelio: Mateo 6, 1-6.16-18
    "Tu padre, que ve lo secreto, te recompensará"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
    «Cuidado con practicar las buenas obras para ser vistos por la gente, porque su Padre del cielo no los recompensará. Por eso, cuando des limosna, no vayas pregonándolo, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que los alaben los hombres. Les aseguro que ya han recibido su recompensa.
    Tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. Así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
    Cuando recen, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en la sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea la gente. Les aseguro que ya han recibido su recompensa.
    Tú, cuando reces, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
    Cuando ayunen, no anden tristes como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que la gente vea que ayunan. Les aseguro que ya han recibido su recompensa.
    Tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, de modo que nadie note tu ayuno, sino tu Padre, que está en lo escondido. Y tu Padre, que ve hasta lo más escondido, te recompensará»

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