lunes, 20 de junio de 2011

Evangelio 20 de Junio de 2011

  • Primera Lectura: Génesis 12, 1-9
    "Abrahán partió de allí, como le había dicho el Señor"

    En aquellos días, el Señor dijo a Abrahán:
    «Deja tu país, a tu parentela y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te mostraré. Haré nacer de ti un gran pueblo y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre, y tú mismo serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. En ti serán bendecidos todos los pueblos de la tierra».
    Abrahán partió, como se lo había ordenado el Señor, y con él marchó también Lot. Tenía Abrahán setenta y cinco años cuando salió de Jarán. Abrahán llevó consigo a su esposa Sara, y a su sobrino Lot, con todos los bienes que habían acumulado y los esclavos que habían adquirido en Jarán, y salieron en dirección a Canaán.
    Llegaron a Canaán y Abrahán atravesó el país hasta la región de Siquén y llegó a la encina de Moré. Por entonces habitaban allí los cananeos. El Señor se le apareció a Abrahán y le dijo:
    «A tu descendencia le voy a dar esta tierra».
    Entonces Abrahán construyó allí un altar al Señor, que se le había aparecido.
    De allí pasó a las montañas del oriente de Betel, y plantó su tienda entre las ciudades de Betel, al poniente, y de Ay, al oriente. También allí le construyó un altar al Señor e invocó su nombre. Luego se fue trasladando por etapas hacia el sur.

  • Salmo Responsorial: 32
    "En el Señor está nuestra esperanza."

    Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el pueblo que escogió por suyo. Desde el cielo el Señor, eternamente, mira a todos los hombres.
    R. En el Señor está nuestra esperanza.

    Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida.
    R. En el Señor está nuestra esperanza.

    En el Señor está nuestra esperanza, púes él es nuestra ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor, hemos confiado.
    R. En el Señor está nuestra esperanza.

  • Evangelio: Mateo 7, 1-5
    "Sácate primero la viga que tienes en el ojo"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
    «No juzguen y no serán juzgados; porque así como juzguen los juzgarán y con la medida que midan los medirán.
    ¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no te das cuenta de la viga que tienes en el tuyo? ¿Con qué cara le dices a tu hermano: “Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo”, cuando tú llevas una viga en el tuyo?
    ¡Hipócrita! Sácate primero la viga que tienes en el ojo, y luego podrás ver bien para sacarle a tu hermano la paja que lleva en el suyo».

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