martes, 26 de julio de 2011

Evangelio 26 de Julio de 2011

  • Primera Lectura: Exodo 33, 7-11; 34, 5b-9.28
    "El Señor hablaba con Moisés cara a cara"

    En aquellos días, Moisés tomó la tienda de la reunión y la colocó a cierta distancia, fuera del campamento, de modo que todo el que deseaba consultar al Señor, tenía que salir fuera del campamento.
    Cuando Moisés iba hacia la tienda, todo el pueblo se levantaba, se quedaba de pie a la entrada de sus tiendas, y seguía con la vista a Moisés hasta que entraba en la tienda de la reunión. Una vez que Moisés entraba en ella, la columna de nube bajaba y se detenía a la puerta, mientras el Señor hablaba con Moisés. El pueblo, al ver la columna de nube detenida en la puerta de la tienda de la reunión, se levantaba y cada uno se postraba a la entrada de su tienda.
    El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero Josué, su ayudante, hijo de Nun, no se apartaba de la tienda de la reunión.
    Moisés invocó el nombre del Señor, y entonces el Señor pasó delante de él y exclamó:
    «El Señor todopoderoso es un Dios misericordioso y clemente, lento para enojarse y rico en amor y fidelidad; él mantiene su amor por mil generaciones y perdona la maldad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes, pues castiga la maldad de los padres en los hijos, nietos y bisnietos».
    Al instante Moisés cayó de rodillas y se postró ante el Señor, diciendo:
    «Si de veras gozo de tu favor, te suplico, Señor, que vengas con nosotros, aunque seamos un pueblo de cabeza dura. Perdona nuestras maldades y pecados, y recíbenos como herencia tuya».
    Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Y escribió sobre las tablas las palabras de la alianza, los diez mandamientos.

  • Salmo Responsorial: 102
    "El Señor es compasivo y misericordioso."

    El Señor hace justicia y le da la razón al oprimido. A Moisés le mostró su bondad y sus prodigios al pueblo de Israel.
    R. El Señor es compasivo y misericordioso.

    El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre su rencor.
    R. El Señor es compasivo y misericordioso.

    No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados. Como un padre es compasivo con sus hijos, así es de grande su misericordia.
    R. El Señor es compasivo y misericordioso.

    Así como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor con quien lo ama, pues bien sabe él de lo que estamos hechos y de que somos barro, no se olvida.
    R. El Señor es compasivo y misericordioso.

  • Evangelio: Mateo 13, 36-43
    "Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo"

    En aquel tiempo, Jesús despidió a la gente y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron:
    «Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo».
    Jesús les contestó:
    «El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
    Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así será al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre.
    El que tenga oídos, que oiga».

No hay comentarios: