En un comunicado, la congregación señaló que el jueves 25 de agosto “un grupo de personas quemó la puerta principal (de la iglesia), sin lograr destruirla por completo, rompió ocho vitrales, e intentó forzar dos puertas secundarias para hacer ingreso y proseguir con los destrozos”.
Sin embargo, dijo que “personal de la empresa constructora que realiza reparaciones en el templo dañado por el terremoto de febrero de 2010, contuvo a las personas ajenas, frustrando sus intenciones”.
“Gracias a la acción del carro lanza aguas de Carabineros, se logró apagar el fuego y disolver a los manifestantes, con ello proteger el templo y la integridad de las personas que en él trabajan”, añadió.
La congregación lamentó estos hechos e hizo eco de las palabras del Presidente del Episcopado chileno, Mons. Ricardo Ezzati, de que “las legítimas manifestaciones ciudadanas” deben realizarse “en un clima de paz y respeto, sin agresión ni provocaciones, cautelando siempre la dignidad de las personas y el bien común”.
El 24 y 25 de agosto se realizó el paro nacional convocado por la CUT para exigir una reforma a la Constitución, reformas laborales y reducción de impuestos. También se sumaron los estudiantes que demandan una reforma educativa.
Durante ambos días decenas de miles de personas se manifestaron en diferentes ciudades, incluida Santiago.
El subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, informó que se detuvo a cerca de 1 400 personas “por desórdenes graves y robo a la propiedad”. Además hubo 153 carabineros y 53 civiles heridos. También falleció un adolescente durante las manifestaciones.
Más fotos del ataque en http://galerias.iglesia.cl/galeria.php?url=Gale_4e56ca9f76d2aa
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