“No hay una receta (para la evangelización), tenemos que respetar las distintas situaciones culturales y las diferentes tradiciones de las iglesias en el mundo. La nueva evangelización en Europa no es la misma que en América del Norte o en el sur. Pero hay un fundamento común: tenemos que ejercitar más una fuerte identidad personal de los creyentes y un fuerte sentido de pertenecer a la Iglesia”, explicó el Arzobispo en declaraciones difundidas el 21 de agosto.
También señaló que hacer atractivo el mensaje de Cristo a los jóvenes “no es fácil” y recordó que “los jóvenes de hoy quieren coherencia, testigos coherentes entre el anuncio y la vida. No se puede anunciar el Evangelio si no se tiene una credibilidad en el estilo de nuestra vida”.
Consideró que Internet “es un instrumento, y como tal tiene que estar. Internet no puede sustituir a una relación interpersonal porque el cristianismo surge en la capacidad de dos personas de encontrarse. Cuando dos personas se miran a los ojos se puede percibir la credibilidad”.
El Arzobispo ve oportunidades en una época marcada por la descristianización. “Estamos en crisis, pero está también una situación de vida, de dinámica, de entusiasmo diferente del pasado. Estos días en Madrid hay jóvenes entusiastas”, indicó.
Agregó que en el tema del laicismo “en España, como en Europa o en el mundo hay una situación que viene del pasado. Es una situación global, no sólo de España. España tiene una Iglesia viva y fuerte en su tradición y en su riqueza evangelizadora”.
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