lunes, 22 de junio de 2015

Evangelio 21 de Junio de 2015

  • Primera Lectura: Job 38,1.8-11
    "Aquí se romperá la arrogancia de tus olas"
    El Señor habló a Job desde la tormenta: "¿Quién cerró el mar con unapuerta, cuando salía impetuoso del seno materno, cuando puse nubes pormantillas y nieblas por pañales, cuando le impuse un límite con puertasy cerrojos, y le dije: "Hasta aquí llegarás y no pasarás; aquí seromperá la arrogancia de tus olas"?"
  • Salmo Responsorial: 106
    "Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia."
    Entraron en naves por el mar, 
    comerciando por las aguas inmensas. 
    Contemplaron las obras de Dios, 
    sus maravillas en el océano. R.

    Él habló y levantó un viento tormentoso, 
    que alzaba las olasa lo alto; 
    subían al cielo, bajaban al abismo, 
    el estómago revueltopor el mareo. R.

    Pero gritaron al Señor en su angustia, 
    y los arrancó de latribulación. 
    Apaciguó la tormenta en suave brisa, 
    y enmudecieronlas olas del mar. R.

    Se alegraron de aquella bonanza, 
    y él los condujo al ansiadopuerto. 
    Den gracias al Señor por su misericordia, 
    por lasmaravillas que hace con los hombres. R.
  • Segunda Lectura: II Corintios 5,14-17
    "Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado"
    Hermanos: Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si unomurió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos, para que losque viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó porellos. Por tanto, no valoramos a nadie según la carne. Si alguna vezjuzgamos a Cristo según la carne, ahora ya no. El que es de Cristo esuna criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.
  • Evangelio: Marcos 4,35-40
    "¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!"
    Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: "Vamos a la otraorilla." Dejando a la gente, se lo llevaron en la barca, como estaba;otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olasrompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa,dormido sobre un almohadón. Lo despertaron, diciéndole: "Maestro, ¿note importa que nos hundamos?" Se puso en pie, increpó al viento y dijoal lago: "¡Silencio, cállate!" El viento cesó y vino una gran calma. Élles dijo: "¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?" Se quedaronespantados y se decían unos a otros: "¿Pero quién es éste? ¡Hasta elviento y las aguas le obedecen!"

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