viernes, 11 de mayo de 2018

Evangelio meditado

El mejor modo de predicar
Santo Evangelio según San Juan 16, 20-23. Viernes VI de Pascua.


Por: H. José Torres, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, que en este rato de meditación pueda encontrarme con tu mano bondadosa y tu amor misericordioso; que sepa escuchar tu voz en el silencio de mi corazón, que tu palabra sea luz para mi vida y pueda irradiarla a mi prójimo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 16, 20-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría.
Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora; pero una vez que ha dado a luz, ya no se acuerda de su angustia, por la alegría de haber traído un hombre al mundo. Así también ahora ustedes están tristes, pero yo los volveré a ver, se alegrará su corazón y nadie podrá quitarles su alegría. Aquel día no me preguntarán nada".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio


Hoy, Jesús nos invita a contemplar la alegría, pero, contradictoriamente, comienza hablando de la tristezapara enseñarnos que, para un verdadero cristiano, o por lo menos para quien busca encontrar a Cristo en todos los momentos de su vida, la tristeza no es compatible con él ya que ella es la principal aliada del enemigo quien nos quiere débiles, nos quiere desorientados en el camino.Pero para lograrlo tenemos que rechazar, desde lo más profundo de nuestro corazón, todo lo que no sea Cristo, todo lo que no nos lleve al cielo, todo lo que desdiga de nuestra responsabilidad y deber de hijos de Dios. El cristiano busca la alegría, pero solo será verdaderamente alegre en la medida que cumpla con el plan divino, en la medida que busca corresponder a la voluntad de Dios, con nuestras debilidades y flaquezas, pero confiados en que Dios del mal, saca bien, que detrás de cada nube está el Sol que irradia luz y calor a quien lo necesita.
"Nuestra alegría es el mejor modo de predicar el cristianismo. Al ver la felicidad en nuestros ojos, tomarán conciencia de su condición de hijos de Dios. Pero para eso debemos estar convencidos de eso". (Madre Teresa de Calcuta).
No es cristiano caminar con la mirada dirigida hacia abajo -como hacen los cerdos: siempre van así- sin levantar los ojos al horizonte. Como si todo nuestro camino se terminara aquí, en la palma de pocos metros de viaje; como si en nuestra vida no existiera ninguna meta y ningún fin, y nosotros estuviéramos obligados a un eterno errar, sin ninguna razón para nuestras tantas fatigas. Esto no es cristiano.
(Papa Francisco, catequesis del 23 de agosto del 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Señor el día de hoy voy a ofrecer mi trabajo y mis estudios por las personas que no pueden y no saben sonreír, que están tristes, para que la alegría de Cristo resucitado sea su fuerza y motivo de felicidad.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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