viernes, 18 de junio de 2021

Lecturas 18 de Junio de 2021

 

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    II Corintios 11:18, 21-30
    18 Ya que tantos otros se glorían según la carne, también yo me voy a gloriar.
    21 Para vergüenza vuestra lo digo; ¡como si nos hubiéramos mostrado débiles...! En cualquier cosa en que alguien presumiere - es un locura lo que digo - también presumo yo.
    22 ¿Que son hebreos? También yo lo soy. ¿Que son israelitas? ¡También yo! ¿Son descendencia de Abraham? ¡También yo!
    23 ¿Ministros de Cristo? - ¡Digo una locura! - ¡Yo más que ellos! Más en trabajos; más en cárceles; muchísimo más en azotes; en peligros de muerte, muchas veces.
    24 Cinco veces recibí de los judíos cuarenta azotes menos uno.
    25 Tres veces fui azotado con varas; una vez apedreado; tres veces naufragué; un día y una noche pasé en el abismo.
    26 Viajes frecuentes; peligros de ríos; peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligros de los gentiles; peligros en ciudad; peligros en despoblado; peligros por mar; peligros entre falsos hermanos;
    27 trabajo y fatiga; noches sin dormir, muchas veces; hambre y sed; muchos días sin comer; frío y desnudez.
    28 Y aparte de otras cosas, mi responsabilidad diaria: la preocupación por todas las Iglesias.
    29 ¿Quién desfallece sin que desfallezca yo? ¿Quién sufre escándalo sin que yo me abrase?
    30 Si hay que gloriarse, en mi flaqueza me gloriaré.

  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2-7
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    3 en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.

  • Evangelio

    Mateo 6:19-23
    19 «No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban.
    20 Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben.
    21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
    22 «La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso;
    23 pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!

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