lunes, 6 de diciembre de 2010

Evangelio 7 de Diciembre de 2010

  • Primera Lectura: Isaías 40, 1-11
    "Dios consuela a su pueblo"

    «Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados».
    Una voz clama:
    «Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán».
    Así ha hablado la boca del Señor. Una voz dice:
    «Griten!», y yo le respondo: «¿Qué debo gritar?»
    «Todo hombre es como la hierba y su grandeza es como flor del campo. Se seca la hierba y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre».
    Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén. Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá:
    «Aquí esta su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará a su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres».

  • Salmo Responsorial: 95
    "Ya viene el Señor a renovar el mundo."

    Cantemos al Señor un nuevo canto; que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor día tras día.
    R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.

    Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. «Reina el Señor», digamos a los pueblos, gobierna a las naciones con justicia.
    R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.

    Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
    R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.

    Regocíjence todos ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
    R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.

  • Evangelio: Mateo 18, 12-14
    "Dios no quiere que se pierda uno solo de los pequeños"

    En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
    «¿Que les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa ya nueve que no se le perdieron.
    De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda uno solo de estos pequeños».

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