jueves, 31 de marzo de 2011

Evangelio 1 de Abril de 2011

  • Primera Lectura: Oseas 14, 2-10
    "Nunca llamaremos ya “dios nuestro” a las obras de nuestras manos"

    Esto dice el Señor:
    «Conviértete, Israel, al Señor tu Dios, pues tu culpa te ha hecho caer. Busquen las palabras apropiadas y conviértanse al Señor; díganle:
    “Perdona todos nuestros pecados y acepta el pacto; como ofrenda te presentamos las palabras de nuestros labios. Asiria no nos salvará, no volveremos a montar a caballo, y no llamaremos más dios nuestro a la obra de nuestras manos, pues en ti encuentra compasión el huérfano”.
    Yo sanaré su infidelidad, los amaré gratuitamente, pues ha cesado mi ira. Seré como rocío para Israel; él florecerá como el lirio, y echará raíces como los árboles del Líbano. Se extenderán sus ramas, tendrá el esplendor del olivo, y como el del Líbano será su perfume.
    El Señor volverá a ser su protector, volverán a cultivar el trigo, florecerán como la parra, y serán famosos como el vino del Líbano. Efraín no tendrá ya nada que ver con los ídolos. Yo escucho su plegaria y cuido de él; yo soy como un ciprés siempre joven, y de mí proceden todos tus frutos.
    ¿Quién es tan sabio como para entender esto? ¿Quién tan inteligente como para comprenderlo? Los caminos del Señor son rectos, por ellos caminan los inocentes, y en ellos tropiezan los culpables».

  • Salmo Responsorial: 80
    "Yo soy tu Dios, escúchame."

    Oigo un lenguaje desconocido para mí; yo quité la carga de sus hombros, y sus manos quedaron libres de peso, clamaste en la aflicción y te libré.
    R. Yo soy tu Dios, escúchame.

    Te respondí escondido en la tormenta, te puse a prueba junto a las aguas de Meribá. Escucha, pueblo mío, que doy testimonio contra ti. ¡Ojalá me escucharas, Israel!
    R. Yo soy tu Dios, escúchame.

    No tendrás un dios extraño, no adorarás a un dios extranjero. Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto.
    R. Yo soy tu Dios, escúchame.

    ¡Ojalá me escuchara mi pueblo y siguiera Israel mi camino! Yo alimentaría a Israel con lo mejor del trigo, lo saciaría con miel silvestre.
    R. Yo soy tu Dios, escúchame.

  • Evangelio: Marcos 12, 28-34
    "El Señor tu Dios es el único Dios: ámalo"

    En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó:
    «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?»
    Jesús le respondió:
    «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos».
    El escriba replicó:
    «Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
    Jesús, viendo que había hablado sensatamente, le dijo:
    «No estás lejos del reino de Dios».
    Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

No hay comentarios: