Barroso, junto con el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, se han reunido este lunes con más de una veintena de destacados representantes de las diferentes iglesias y credos para analizar en Bruselas el impacto de las revueltas en el mundo árabe.
El jefe del Ejecutivo comunitario ha recordado que la UE ha intentado dar "una respuesta importante" a los desafíos en la región con "una ayuda financiera concreta", ha subrayado la necesidad de que Europa "se ponga al lado de quienes buscan la libertad política" y ha recalcado la importancia de promover la democracia y la libertad en los países de la primavera árabe, incluido la libertad religiosa en los países de la primavera árabe, algo que representará "un test" para todos los nuevos Gobiernos de la región.
Tras recordar los recientes ataques que ha sufrido la comunidad cristiana copta en Egipto, Barroso ha asegurado que el primer ministro en funciones egipcio, Essam Sharaf, le ha dado "todas las garantías" para la minoría cristiana este fin de semana en los márgenes del G-8 en Deauville (Francia), al que le trasladó la "preocupación" de la UE por su situación. "Nos ha dado todas las garantías de que estaban interesados en respetar este derecho", ha asegurado.
El Arzobispo de Munich, Cardenal Reinhard Marx, ha insistido en que las minorías cristianas en los países de la primavera árabe "tienen preocupaciones" por su futuro y ha insistido en que "la democracia sólo puede funcionar si se respeta la libertad de religión", insistiendo en la necesidad de concienciar "que sin libertad de religiosa no puede haber democracia".
"Tenemos que esperar a ver los desarrollos (en la región) y ver si los países se encaminan hacia la democracia o una situación en la que las minorías se encuentren en peligro", ha advertido el representante de la Iglesia Católica.
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