lunes, 18 de septiembre de 2017

Evangelio 17 de Septiembre de 2017

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Eclesiástico 27:30--28:9
    30 Rencor e ira son también abominables, esa es la propiedad del pecador.
    1 El que se venga, sufrirá venganza del Señor, que cuenta exacta llevará de sus pecados.
    2 Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados.
    3 Hombre que a hombre guarda ira, ¿cómo del Señor espera curación?
    4 De un hombre como él piedad no tiene, ¡y pide perdón por sus propios pecados!
    5 El, que sólo es carne, guarda rencor, ¿quién obtendrá el perdón de sus pecados?
    6 Acuérdate de las postrimerías, y deja ya de odiar, recuerda la corrupción y la muerte, y sé fiel a los mandamientos.
    7 Recuerda los mandamientos, y no tengas rencor a tu prójimo, recuerda la alianza del Altísimo, y pasa por alto la ofensa.
    8 Absténte de disputas y evitarás el pecado, porque el apasionado atiza las disputas.
    9 El pecador enzarza a los amigos, entre los que están en paz siembra discordia.
  • Salmo responsorial

    Salmo 103:1-4, 9-12
    1 De David. Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre,
    2 bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.
    3 El, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias,
    4 rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura,
    9 no se querella eternamente ni para siempre guarda su rencor;
    10 no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas.
    11 Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen;
    12 tan lejos como está el oriente del ocaso aleja él de nosotros nuestras rebeldías.
  • Segunda lectura

    Romanos 14:7-9
    7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco muere nadie para sí mismo.
    8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos ya muramos, del Señor somos.
    9 Porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos.
  • Evangelio

    Mateo 18:21-35
    21 Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?»
    22 Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.»
    23 «Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos.
    24 Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos.
    25 Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase.
    26 Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: "Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré."
    27 Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda.
    28 Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: "Paga lo que debes."
    29 Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: "Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré."
    30 Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía.
    31 Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido.
    32 Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: "Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste.
    33 ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?"
    34 Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía.
    35 Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.»

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