lunes, 18 de septiembre de 2017

Evangelio meditado

Fe para servir
Santo Evangelio según San Lucas 7, 1-10. Lunes XXIV del tiempo ordinario.


Por: H. Cristian Gutiérrez, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús mío, quiero compartir contigo este rato de intimidad. Quiero encontrarme contigo y poder conocerte un poco más. Te entrego mis manos, mis ojos, mis pies, mi boca, mi pensamiento, todo mi ser, para que seas Tú mi dueño y Señor. Confío en Ti porque nunca me fallas. Quiero amarte más, Jesús, pero necesito de tu gracia, pues sin ella nada puedo, nada soy. Aumenta mi fe para descubrirte en los acontecimientos de mi vida, en mis hermanos, en mi interior, en la naturaleza, en la Eucaristía. Ayúdame, Señor, y jamás me dejes solo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 7, 1-10
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm. Había allí un oficial romano, que tenía enfermo y a punto de morir a un criado muy querido. Cuando le dijeron que Jesús estaba en la ciudad, le envió a algunos de los ancianos de los judíos para rogarle que viniera a curar a su criado. Ellos, al acercarse a Jesús, le rogaban encarecidamente, diciendo: "Merece que le concedas ese favor, pues quiere a nuestro pueblo y hasta nos ha construido una sinagoga". Jesús se puso en marcha con ellos.
Cuando ya estaba cerca de la casa, el oficial romano envió unos amigos a decirle: "Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que tú entres en mi casa; por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente a verte. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, aunque soy un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes y le digo a uno: "¡Ve!" y va; a otro: "¡Ven!" y viene; y a mi criado: "¡Haz esto!", y lo hace".
Al oír esto, Jesús quedó lleno de admiración, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: "Yo les aseguro que ni en Israel he hallado una fe tan grande". Los enviados regresaron a la casa y encontraron al criado perfectamente sano.
Palabra del Señor.

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