Lecturas del día:
Primera lectura
Génesis 4:1-15, 251 Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «He adquirido un varón con el favor de Yahveh.»2 Volvió a dar a luz, y tuvo a Abel su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador.3 Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahveh una oblación de los frutos del suelo.4 También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño, y de la grasa de los mismos. Yahveh miró propicio a Abel y su oblacíon,5 mas no miró propicio a Caín y su oblación, por lo cual se irritó Caín en gran manera y se abatió su rostro.6 Yahveh dijo a Caín: «¿Por qué andas irritado, y por qué se ha abatido tu rostro?7 ¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar.»8 Caín, dijo a su hermano Abel: «Vamos afuera.» Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató.9 Yahveh dijo a Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel? Contestó: «No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?»10 Replicó Yahveh: «¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo.11 Pues bien: maldito seas, lejos de este suelo que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.12 Aunque labres el suelo, no te dará más su fruto. Vagabundo y errante serás en la tierra.»13 Entonces dijo Caín a Yahveh: «Mi culpa es demasiado grande para soportarla.14 Es decir que hoy me echas de este suelo y he de esconderme de tu presencia, convertido en vagabundo errante por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará.»15 Respondióle Yahveh: «Al contrario, quienquiera que matare a Caín, lo pagará siete veces.» Y Yahveh puso una señal a Caín para que nadie que le encontrase le atacara.25 Adán conoció otra vez a su mujer, y ella dio a luz un hijo, al que puso por nombre Set, diciendo: «Dios me ha otorgado otro descendiente en lugar de Abel, porque le mató Caín.»Salmo responsorial
Salmo 50:1, 8, 16-17, 20-211 Salmo. De Asaf. El Dios de los dioses, Yahveh, habla y convoca a la tierra desde oriente hasta occidente.8 «No es por tus sacrificios por lo que te acuso: ¡están siempre ante mí tus holocaustos!16 Pero al impío Dios le dice: «¿Qué tienes tú que recitar mis preceptos, y tomar en tu boca mi alianza,17 tú que detestas la doctrina, y a tus espaldas echas mis palabras?20 «Te sientas, hablas contra tu hermano, deshonras al hijo de tu madre.21 Esto haces tú, ¿y he de callarme? ¿Es que piensas que yo soy como tú? Yo te acuso y lo expongo ante tus ojos.Evangelio
Marcos 8:11-1311 Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba.12 Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará, a esta generación ninguna señal.»13 Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.
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