viernes, 6 de febrero de 2009

Evangelio 6 de Febrero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Heb 13,1-8
1 Perseverad en el amor fraterno. 2 No olvidéis la hospitalidad, ya que, gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles. 3 Acordaos de los presos, de los que sufren torturas, como si estuvieseis en su mismo cuerpo. 4 Que el matrimonio sea tenido en gran honor y el lecho conyugal esté sin mancha, porque Dios juzgará a los lujuriosos y a los adúlteros. 5 Que la avaricia no se apodere de vosotros. Contentaos con lo que tenéis, porque Dios mismo ha dicho: 6 No te dejaré ni te abandonaré; de suerte que podemos decir con confianza: El Señor es mi auxilio; no temeré. ¿Qué podrán hacerme los hombres?
FIDELIDAD EN EL SEGUIMIENTO DE CRISTO
7 Acordaos de vuestros jefes, aquellos que os anunciaron la palabra de Dios; y, considerando el fin de su vida, imitad su fe. 8 Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será por siempre.

Salmo Responsorial
Sal 27,1
1 De David El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién podré temer? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿ante quién puedo temblar?

Sal 27,3
3 Aunque un ejército acampe contra mí, mi corazón no teme; aunque una guerra estalle contra mí, estoy tranquilo.

Sal 27,5
5 Él me dará cobijo el día de la desgracia, me esconderá en lo oculto de su tienda,me subirá a lo alto de la roca;

Sal 27,8-9
8 De ti mi corazón me ha dicho: «Busca su rostro»; es tu rostro, Señor, lo que yo busco; 9 no me ocultes tu rostro, no rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio, no me abandones, no me dejes, oh Dios, salvador mío.

Evangelio
Mc 6,14-29
14 La fama de Jesús llegó a oídos del rey Herodes. Unos decían: «Ése es Juan Bautista, que ha resucitado y tiene el poder de hacer milagros»; 15 otros decían: «Es Elías», y otros: «Es un profeta como los antiguos». 16 Pero Herodes, al oír hablar de esto, decía: «Es Juan, a quien yo mandé cortar la cabeza, que ha resucitado».
MARTIRIO DEL BAUTISTA
17 Y es que Herodes había detenido a Juan y lo había metido en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, que él tenía como esposa. 18 Porque Juan le decía: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». 19 Herodías odiaba a Juan y quería matarlo; pero no podía, 20 porque Herodes respetaba a Juan, pues reconocía que era un hombre justo y santo, y lo protegía; cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto. 21 Y llegó el día oportuno. Herodes ofrecía un banquete en su cumpleaños a los magnates, a los tribunos y a los grandes personajes de Galilea. 22 La hija de Herodías en persona entró, danzó y agradó a Herodes y a los invitados. Entonces el rey dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». 23 Y juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino». 24 Ella salió y preguntó a su madre: «¿Qué pido?». Su madre contestó: «La cabeza de Juan el Bautista». 25 Corrió de nuevo a donde estaba el rey, entró y dijo: «Quiero que me des inmediatamente la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja». 26 El rey se entristeció mucho, pero no quiso desairarla por el juramento y por los invitados. 27 Inmediatamente el rey mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. Él fue a la cárcel, le cortó la cabeza, 28 la trajo en una bandeja y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. 29 Sus discípulos, al enterarse, fueron, recogieron el cadáver y lo sepultaron.

martes, 3 de febrero de 2009

Evangelio 4 de Febrero de 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Heb 12,4-7
4 Todavía no habéis resistido hasta el derramamiento de sangre en la lucha contra el pecado PEDAGOGÍA DIVINA
5 Habéis olvidado la exhortación que os dirige como a hijos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, ni te desalientes cuando te reprenda; 6 porque el Señor corrige al que ama, y castiga al que recibe como hijo. 7 El castigo que soportáis os sirve para educaros. Dios os trata como a hijos. ¿Hay algún hijo que no sea corregido por su padre?
Heb 12,11-15
11 Es cierto que todo castigo, en el momento de recibirlo, es desagradable y motivo de disgusto; pero después, en los que se han ejercitado en él, produce frutos de paz y de justicia. 12 Por lo cual, enderezad vuestras manos abatidas y vuestras rodillas debilitadas, 13 dirigid vuestros pasos por caminos llanos para que el pie cojo en lugar de dislocarse se cure.
FIDELIDAD A LA GRACIA DEL NUEVO TESTAMENTO
14 Buscad afanosamente la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor; 15 vigilad para que nadie sea privado de la gracia de Dios, para que ninguna raíz amarga vuelva a brotar y os perturbe, lo cual contaminaría la masa;

Salmo Responsorial
Sal 103,1-2
1 De David Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser su santo nombre; 2 bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus muchos beneficios.

Sal 103,13-14
13 Como se apiada un padre de sus hijos, así se apiada él de sus amigos; 14 él sabe de qué pasta estamos hechos, se acuerda de que no somos más que polvo.

Sal 103,17-18
17 Pero el amor del Señor a sus fieles es eterno, y su justicia para todas sus generaciones, 18 para aquellos que guardan su alianza y se acuerdan de cumplir sus mandamientos.

Evangelio
Mc 6,1-6
1 Jesús salió de allí y se fue a su tierra acompañado de sus discípulos. 2 El sábado se puso a enseñar en la sinagoga, y la gente, al oírlo, decía asombrada: «¿De dónde le viene a éste todo esto? ¿Cómo tiene tal sabiduría y hace tantos milagros? 3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y el hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven con nosotros?». Y se escandalizaban de él. 4 Jesús les dijo: «Sólo en su tierra, entre sus parientes y en su casa desprecian al profeta». 5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, aparte de curar a algunos enfermos imponiéndoles las manos. 6 Y se quedó sorprendido de su falta de fe.
EL MAESTRO INSTRUYE Y ENVÍA A SUS DISCÍPULOS
Recorrió después las aldeas del contorno enseñando.

Evangelio 3 de Febrero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Heb 12,1-4
1 Precisamente por eso también nosotros, envueltos como estamos en una gran nube de testigos, debemos liberarnos de todo aquello que es un peso para nosotros y del pecado, que fácilmente nos seduce, y correr con perseverancia en la prueba que se nos propone, 2 fijando nuestra mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien, para obtener la gloria que se le proponía,
soportó la cruz, aceptando valientemente la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios. 3 Pensad, pues, continuamente en aquel que soportó tan grande contradicción de parte de los pecadores, para que no desfallezcáis perdiendo el ánimo. 4 Todavía no habéis resistido hasta el derramamiento de sangre en la lucha contra el pecado.

Salmo Responsorial
Sal 22,26-27
26 Yo alabaré su lealtad en la asamblea, cumpliré mis promesas delante de sus fieles. 27 Los pobres comerán hasta saciarse, alabarán al Señor los que lo buscan: «¡Viva su corazón eternamente!».

Sal 22,28
28 El mundo entero recordará al Señor y al Señor volverá; lo adorarán, postrados ante él, todas las familias de los pueblos.

Sal 22,30
30 Los nobles de la tierra le rendirán honores, ante él se inclinarán los moribundos y dejarán de ser.

Sal 22,31-32
31 Mi descendencia servirá al Señor y hablará de él a la generación futura, 32 contará su justicia al pueblo venidero: «Todo fue obra del Señor».

Evangelio
Mc 5,21-43
21 Cuando Jesús regresó en barca a la otra orilla, se reunió con él mucha gente, y se quedó junto al lago. 22 Llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y, al ver a Jesús, se echó a sus pies 23 rogándole con insistencia: «Mi hijita se está muriendo; ven a poner tus manos sobre ella para que se cure y viva». 24 Jesús fue con él. Lo seguía mucha gente, que lo apretujaba.25 Y una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años, 26 que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado toda su fortuna sin obtener ninguna mejoría, e incluso había empeorado, 27 al oír hablar de Jesús, se acercó a él por detrás entre la gente y le tocó el manto, 28 pues se decía: «Con sólo tocar sus vestidos, me curo». 29 Inmediatamente, la fuente de las hemorragias se secó y sintió que su cuerpo estaba curado de la enfermedad. 30 Jesús, al sentir que había salido de él aquella fuerza, se volvió a la gente y dijo: «¿Quién me ha tocado?». 31 Sus
discípulos le contestaron: «Ves que la multitud te apretuja, ¿y dices que quién te ha tocado?». 32 Él seguía mirando alrededor para ver a la que lo había hecho. 33 Entonces la mujer, que sabía lo que había ocurrido en ella, se acercó asustada y temblorosa, se postró ante Jesús y le dijo toda la verdad. 34 Él dijo a la mujer: «Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, libre ya de tu enfermedad». 35 Todavía estaba hablando, cuando llegaron algunos de casa del jefe de la sinagoga diciendo: «Tu hija ha muerto. No molestes ya al maestro». 36 Pero Jesús, sin hacer caso de ellos, dijo al jefe de la sinagoga: «No tengas miedo; tú ten fe, y basta». 37 Y no dejó que le acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. 38 Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, Jesús vio el alboroto y a la gente que no dejaba de llorar y gritar. 39 Entró y dijo: «¿Por qué lloráis y alborotáis así? La niña no está muerta, está dormida». 40 Y se reían de él. Jesús echó a todos fuera; se quedó sólo con los padres de la niña y los que habían ido con él, y entró donde estaba la niña. 41 La agarró de la mano y le dijo: «Talitha kumi», que significa: «Muchacha, yo te digo: ¡Levántate!». 42 Inmediatamente la niña se levantó y echó a andar, pues tenía doce años. 43 La gente se quedó asombrada. Y Jesús les recomendó vivamente que nadie se enterara. Luego mandó que diesen de comer a la niña.

domingo, 1 de febrero de 2009

Evangelio 1 de Febrero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Dt 18,15-20
15 El Señor, tu Dios, suscitará de en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, al que debéis obedecer. 16 Es precisamente lo que tú pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea, cuando dijiste: No queremos oír más la voz del Señor, ni ver ese gran fuego para no morir, 17 y el Señor me dijo: Dicen bien. 18 Yo les suscitaré de en medio de sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande. 19 Al que no escuche las palabras que él dirá en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas. 20 Pero el profeta que tenga la osadía de anunciar en mi nombre lo que yo no le haya ordenado decir o hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.

Salmo Responsorial
Sal 95,1-2
1 Venid, cantemos jubilosos al Señor, clamemos a la roca que nos salva; 2 vayamos ante él a darle gracias y a cantar himnos en su honor.

Sal 95,6-7 Sal 95,8-9
6 Venid a adorarlo, hinquemos las rodillas delante del Señor, nuestro creador. 7 Porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, las ovejas que él guarda. Escuchad lo que dice: 8 «No endurezcáis vuestro corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto, 9 cuando vuestros padres me desafiaron y me pusieron a prueba aunque habían visto mis obras».

2ª Lectura
1Cor 7,32-35
32 Os quiero libres de preocupaciones. El soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarle. 33 El casado se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a la mujer; está, pues, dividido. 34 La mujer no casada y la joven soltera se preocupan de las cosas del Señor, y se consagran a él en cuerpo y alma. Pero la que está casada se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su marido. 35 Os digo esto para vuestro bien, no para tenderos un lazo, sino mirando a lo más perfecto y a lo que os unirá enteramente con el Señor.

Evangelio
Mc 1,21-28
21 Entraron en Cafarnaún, y, el sábado, Jesús fue a la sinagoga y se puso a enseñar. 22 Todos se maravillaban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los maestros de la ley.
CURA A UN ENDEMONIADO
23 En la sinagoga había un hombre poseído de un espíritu inmundo, que se puso a gritar: 24 «¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Sé quién eres: ¡El santo de Dios!». 25 Jesús le increpó: «Cállate y sal de él». 26 Y el espíritu inmundo, retorciéndole y gritando, salió de él. 27 Todos quedaron estupefactos y se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva con tanta autoridad! ¡Manda a los espíritus inmundos y le obedecen!». 28 Y su fama se extendió rápidamente por todas partes en todo el territorio de Galilea.

jueves, 29 de enero de 2009

Evangelio 30 de enero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Heb 10,32-39
32 Recordad, en cambio, aquellos primeros días en que, después de haber sido iluminados, obtuvisteis grandes luchas de sufrimientos, 33 unas veces expuestos públicamente a ultrajes y torturas y otras haciéndoos solidarios de aquellos que eran así tratados. 34 Porque vosotros habéis compartido las penas de los presos, habéis aceptado con alegría el que os quitaran vuestros bienes, siendo conscientes de que estáis en posesión de una riqueza mejor y permanente. 35 No perdáis vuestra esperanza cierta, que tendrá una gran recompensa. 36 Es necesario que seáis constantes en el cumplimiento de la voluntad de Dios, para que alcancéis lo que os está prometido. 37 Porque dentro de poco, muy poco tiempo, el que ha de venir llegará sin retrasos. 38 Mi justo vivirá por la fe; pero si se acobarda, dejará de agradarme. 39 Nosotros, sin embargo, no somos de aquellos que se retiran cobardemente para la perdición, sino de aquellos que se salvan por la fe.

Salmo Responsorial
Sal 37,3-4
3 Confía en el Señor y haz el bien, para habitar en tu tierra y vivir tranquilo; 4 busca en el Señor tus delicias, y él te dará lo que tu corazón desea.

Sal 37,5-6
5 Confía al Señor toda tu vida y fíate de él, que él sabrá lo que hace: 6 hará que luzca tu justicia como la aurora y que tu derecho resplandezca como el mediodía.

Sal 37,23-24
23 El Señor asegura los pasos del hombre cuyo camino es de su agrado; 24 aunque tropiece, no caerá por tierra, pues el Señor le lleva de la mano.

Sal 37,39-40
39 La salvación de los justos viene del Señor, él es su fortaleza en tiempos de peligro; 40 el Señor los ayuda y los libra,los libra de los malvados y los salva porque en él han buscado su refugio.

Evangelio
Mc 4,26-34
26 También les dijo: «El reino de Dios es como un hombre que echa una semilla en la tierra. 27 Lo mismo si está dormido como si está despierto, si es de noche como si es de día, la semilla, sin que él sepa cómo, germina y crece. 28 La tierra por sí misma da el fruto: primero la hierba, luego la espiga, después el grano gordo en la espiga. 29 Y cuando el fruto está maduro, el hombre echa la hoz porque es el tiempo de la cosecha».
LA SEMILLA DE MOSTAZA
30 También les dijo: «¿Con qué compararemos el reino de Dios o con qué parábola lo explicaremos? 31 Es como un grano de mostaza, que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas de la tierra; 32 pero, una vez sembrada, crece y se hace la más grande entre todas las hortalizas, y echa ramas tan grandes que las aves pueden anidar a su sombra».
33 Con muchas parábolas por el estilo les exponía la doctrina según ellos podían comprenderla, 34 y no les hablaba sin parábolas; a sus discípulos se las explicaba a solas.

miércoles, 28 de enero de 2009

Evangelio 29 de Enero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Heb 10,19-25
19 Así pues, hermanos, puesto que tenemos la gozosa esperanza de entrar en el santuario en virtud de la sangrede Jesús, 20 siguiendo el camino nuevo y viviente que él ha inaugurado a través de la cortina, es decir, de su propia carne, 21 y puesto que tenemos un nuevo sumo sacerdote al frente de la casa de Dios, 22 acerquémonos con un corazón sincero, con fe perfecta, purificados los corazones de toda mancha de la que tengamos conciencia, y el cuerpo lavado con agua pura. 23 Mantengamos firmemente la esperanza que profesamos, pues el que ha prometido es fiel; 24 y miremos los unos por los otros para estimularnos en el amor y en las obras buenas; 25 no abandonéis vuestras propias asambleas, como algunos tienen por costumbre hacer, sino más bien animaos mutuamente, y esto tanto más cuanto que veis acercarse el día.

Salmo Responsorial
Sal 24,1-2
1 Salmo de David Del Señor es la tierra y lo que en ella hay, el universo y los que en él habitan;
2 porque él echó sus cimientos y la asentó sobre los mares y ríos.

Sal 24,3-4
3 ¿Quién podrá subir al monte del Señor?, ¿quién podrá estar en su recinto santo? 4 El hombre de manos inocentes y limpio corazón, que no entrega su alma a la mentira y nunca jura en falso.

Sal 24,5-6
5 Ése recibirá la bendición del Señor, y Dios, su salvador, le hará justicia. 6 Tal es la raza de los que lo buscan, los que buscan el rostro del Dios de Jacob.

Evangelio
Mc 4,21-25
21 También les dijo: «¿Acaso se trae una lámpara para ocultarla en una vasija o ponerla debajo de la cama? ¿No es para colocarla en el candelero? 22 Porque nada hay oculto que no sea descubierto, y nada secreto que no sea puesto en claro. 23 El que tenga oídos para oír que oiga».
NO JUZGAR A LOS DEMÁS
24 Les decía también: «¡Atención a lo que oís! Con la misma medida con que midáis seréis medidos, y se os dará con creces. 25 Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.

Evangelio 28 de Enero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Heb 10,11-18
11 Y mientras todo sacerdote se presenta diariamente, oficiando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que no tienen poder alguno para quitar los pecados, 12 él, por el contrario, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados, se sentó para siempre a la derecha de Dios, 13 esperando desde entonces que sus enemigos sean colocados como estrado de sus pies. 14 Porque por una ofrenda única ha hecho perfectos para siempre a aquellos que santifica. 15 Esto mismo nos atestigua también el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: 16 Ésta es la alianza que haré con ellos después de estos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en sus corazones 17 y no me acordaré más de sus crímenes y de sus pecados. 18 Ahora bien, donde hay perdón de los pecados no hay necesidad de ofrenda por el pecado.

Salmo Responsorial
Sal 110,1
1 Salmo de David Palabra del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, hasta que haga de tus enemigos estrado de tus pies».

Sal 110,2
2 El Señor extenderá desde Sión el poder de tu cetro: domina sobre tus enemigos.

Sal 110,3
3 Contigo el poderío el día de tu nacimiento; en las montañas santas, como el rocío, te he engendrado en el seno de la aurora.

Sal 110,4
4 El Señor lo ha jurado y no se vuelve atrás: «Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec».

Evangelio
Mc 4,1-20
1 De nuevo comenzó a enseñar a la orilla del lago. Acudió a él tanta gente que subió a sentarse en una barca en el lago, mientras toda la gente se quedó en tierra en la orilla. 2 Les enseñó muchas cosas en parábolas. Les dijo: 3 «Escuchad: Salió el sembrador a sembrar 4 y, al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino, vinieron las aves y se la comieron. 5 Otra parte cayó en un pedregal, donde no había mucha tierra, y brotó en seguida porque la semilla no tenía profundidad en la tierra; 6 pero al salir el sol la abrasó, y por no tener raíz se secó. 7 Otra cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, la ahogaron y no dio fruto. 8 Otra parte cayó en tierra buena y dio fruto lozano y crecido, una treinta, otra sesenta y otra ciento». 9 Y añadió: «¡El que tenga oídos que oiga!».
RAZÓN DE LAS PARÁBOLAS
10 Cuando se quedó a solas, los doce y los que estaban a su alrededor le preguntaron el significado de las parábolas. 11 Y les dijo: «A vosotros se os ha dado conocer los secretos del reino de Dios; pero a los demás, a los que están fuera, todo les llega en parábolas 12 para que aunque miren no vean y aunque oigan no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados».
EXPLICACIÓN DE LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR
13 Y les dijo: «¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, vais a entender las demás parábolas? 14 El sembrador siembra la palabra. 15 Los de junto al camino son aquellos en los que se siembra la palabra, pero que, apenas la han oído, va Satanás y arrebata la palabra sembrada en ellos. 16 Los sembrados en el pedregal son aquellos que oyen la palabra y la aceptan con alegría; 17 pero no tienen raíces, son inconstantes y, en cuanto les sobreviene, a causa de la palabra, una tribulación o persecución, inmediatamente se vienen abajo. 18 Los que reciben la semilla entre zarzas son los que oyen la palabra; 19 pero en ellos brotan las preocupaciones del mundo, el engaño de las riquezas y demás ambiciones, y ahogan la palabra haciéndola infructuosa. 20 Los que reciben la semilla en tierra buena son aquellos que oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, el treinta, el sesenta o el ciento por uno.

martes, 27 de enero de 2009

Evangelio 27 de Enero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Heb 10,1-10
1 En efecto, no siendo la ley más que una sombra de los bienes venideros y no la realidad misma de las cosas, ofrece cada año perpetuamente los mismos sacrificios sin poder hacer perfectos a aquellos que se acercan a Dios. 2 De otro modo, ¿no hubiesen cesado de ofrecerlos, supuesto que quienes ofrecían este culto, purificados una vez para siempre, no tendrían ya conciencia alguna de pecado? 3 Por el contrario, estos sacrificios traen cada año a la mente el recuerdo de los pecados; 4 porque es imposible que la sangre de toros y machos cabríos quite los pecados.
CRISTO, OFRECIDO COMO VÍCTIMA VOLUNTARIA
5 Por eso, al entrar en este mundo, Cristo dijo:No has querido sacrificios ni ofrendas, pero en su lugar me has formado un cuerpo. 6 No te han agradado los holocaustos ni los sacrificios por el pecado. 7 Entonces dije: Aquí estoy yo para hacer tu voluntad, como en el libro está escrito de mí.
8 Primero dice que no ha querido sacrificios ni ofrendas y que no le han agradado los holocaustos y los sacrificios por el pecado; 9 y luego añade: Aquí estoy yo para hacer tu voluntad, con lo que deroga el primer régimen para fundar el segundo. 10 Y en virtud de esta voluntad nosotros somos santificados, de una vez para siempre, por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo.

Salmo Responsorial
Sal 40,2-4
2 En el Señor he puesto toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi grito; 3 me sacó de la fosa mortal, del fango cenagoso; puso mis pies sobre la roca, aseguró mis pasos; 4 puso en mi boca un cantar nuevo, una alabanza para nuestro Dios. Muchos, al verlo, temerán y confiarán en el Señor.

Sal 40,7-8
7 Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, no pides holocaustos ni sacrificios por el pecado; en cambio, me has abierto el oído, 8 por lo que entonces dije: «Aquí estoy, en el libro está escrito de mí:

Sal 40,10
10 Pregoné tu justicia a la gran asamblea, no he cerrado mis labios; tú lo sabes, Señor.

Sal 40,11
11 No he dejado de hablar de tu justicia, he proclamado tu lealtad y tu salvación, no he ocultado tu amor y tu fidelidad ante la gran asamblea.

Evangelio
Mc 3,31-35
31 Llegaron la madre y los hermanos de Jesús; se quedaron fuera y lo mandaron llamar. 32 La gente estaba sentada a su alrededor cuando le dijeron: «Mira, ahí afuera te buscan tu madre y tus hermanos y hermanas». 33 Él respondió: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?». 34 Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: «Éstos son mi madre y mis hermanos. 35 Porque el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».

domingo, 25 de enero de 2009

Evangelio 26 de Eneo 2009

iempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Heb 9,15
15 Por eso es el mediador de una nueva alianza, a fin de que, consiguiendo con su muerte el perdón de los delitos cometidos en el tiempo de la primera alianza, aquellos que son llamados reciban la herencia eterna prometida.
Heb 9,24-28
24 Porque Cristo no entró en un santuario hecho por mano de hombre, simple figura del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro. 25 No para ofrecerse a sí mismo más veces, como lo hace el sumo sacerdote, que entra cada año en el santuario, con sangre ajena; 26 porque, de otro modo, hubiese tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo; pero ahora se ha manifestado una sola vez, al fin de los tiempos, para abolir el pecado por su sacrificio. 27 Y del mismo modo que está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después haya un juicio, 28 así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados del mundo, aparecerá una segunda vez, sin pecado, para dar la salvación a los que le esperan.

Salmo Responsorial
Sal 98,1
1 Salmo
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra, su santo brazo, le alcanzó la victoria;

Sal 98,2-3
2 el Señor ha dado a conocer su victoria, ha revelado a las naciones su justicia; 3 se acordó de su amor y su lealtad para con la casa de Israel; todos los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Sal 98,3-4
3 se acordó de su amor y su lealtad para con la casa de Israel; todos los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. 4 Aclamad al Señor toda la tierra, alegraos, regocijaos, cantad,

Sal 98,5-6
5 cantad al Señor al son del arpa, al son del arpa y del salterio; 6 al son de los clarines y trompetas
aclamad al rey, el Señor.

Evangelio
Mc 3,22-30
22 Los maestros de la ley, que habían venido de Jerusalén, decían: «¡Tiene a Belcebú!»; y también: «¡Echa a los demonios con el poder del príncipe de los demonios!». 23 Jesús entonces los llamó y les dijo en parábolas: 24 «¿Cómo puede ser que Satanás eche a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. 25 Y si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no puede subsistir. 26 Si Satanás se alza contra sí mismo, está dividido y no puede subsistir; toca a su fin. 27 Por otra parte, nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus cosas si antes no lo ata; sólo así podrá saquear su casa».
LA BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO
28 «Os aseguro que a los hombres se les perdonarán todos los pecados y blasfemias que digan; 29 pero quien blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás y cargará con su pecado eternamente». 30 Y es que los maestros de la ley decían: «Tiene un espíritu inmundo.

Evangelio 25 de Enero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Jon 3,1-5
1 De nuevo el Señor dijo a Jonás: 2 «Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, a predicar lo que yo te diga». 3 Jonás se puso en marcha y se dirigió a Nínive, conforme a la orden del Señor. Nínive era una ciudad extraordinariamente grande; para recorrerla hacían falta tres días. 4 Jonás entró en la ciudad, caminando durante una jornada y predicando así: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida». 5 Los ninivitas creyeron a Dios y ordenaron un ayuno; se vistieron de saco chicos y grandes.
Jon 3,10
10 Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido de su mala conducta, tuvo compasión de ellos y no llevó a cabo el mal con el que los había amenazado.

Salmo Responsorial
Sal 25,4-5
4 Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas; 5 guíame en tu verdad, enséñame; tú eres mi Dios y mi salvador, yo siempre espero en ti.

Sal 25,6-7
6 Acuérdate, Señor, de tu misericordia y tu bondad, que son eternas; 7 olvídate de los pecados de mi juventud y de mis faltas; acuérdate de mí, Señor, con misericordia y con bondad.

Sal 25,8-9
8 El Señor es bueno y recto y enseña el camino a los descarriados, 9 conduce en la justicia a los humildes,enseña a los humildes su camino;

2ª Lectura
1Cor 7,29-31
29 Por tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; 30 los que lloran, como si no llorasen; los que se alegran, como si no se alegrasen; los que compran, como si no poseyesen; 31 los que gozan del mundo, como si no disfrutasen; porque este mundo que contemplamos está para acabar.

Evangelio
Mc 1,14-20
14 Después de ser Juan encarcelado, Jesús fue a Galilea a predicar el evangelio de Dios; 15 y decía: «Se ha cumplido el tiempo y el reino de Dios está cerca.
Arrepentíos y creed en el evangelio».
LLAMA A CUATRO PESCADORES
16 Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. 17 Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres». 18 Al instante dejaron las redes y lo siguieron. 19 Fue más adelante, y vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también dentro de la barca, remendando sus redes, 20 y al punto los llamó. Ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.