domingo, 25 de enero de 2009

Evangelio 25 de Enero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Jon 3,1-5
1 De nuevo el Señor dijo a Jonás: 2 «Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, a predicar lo que yo te diga». 3 Jonás se puso en marcha y se dirigió a Nínive, conforme a la orden del Señor. Nínive era una ciudad extraordinariamente grande; para recorrerla hacían falta tres días. 4 Jonás entró en la ciudad, caminando durante una jornada y predicando así: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida». 5 Los ninivitas creyeron a Dios y ordenaron un ayuno; se vistieron de saco chicos y grandes.
Jon 3,10
10 Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido de su mala conducta, tuvo compasión de ellos y no llevó a cabo el mal con el que los había amenazado.

Salmo Responsorial
Sal 25,4-5
4 Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas; 5 guíame en tu verdad, enséñame; tú eres mi Dios y mi salvador, yo siempre espero en ti.

Sal 25,6-7
6 Acuérdate, Señor, de tu misericordia y tu bondad, que son eternas; 7 olvídate de los pecados de mi juventud y de mis faltas; acuérdate de mí, Señor, con misericordia y con bondad.

Sal 25,8-9
8 El Señor es bueno y recto y enseña el camino a los descarriados, 9 conduce en la justicia a los humildes,enseña a los humildes su camino;

2ª Lectura
1Cor 7,29-31
29 Por tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; 30 los que lloran, como si no llorasen; los que se alegran, como si no se alegrasen; los que compran, como si no poseyesen; 31 los que gozan del mundo, como si no disfrutasen; porque este mundo que contemplamos está para acabar.

Evangelio
Mc 1,14-20
14 Después de ser Juan encarcelado, Jesús fue a Galilea a predicar el evangelio de Dios; 15 y decía: «Se ha cumplido el tiempo y el reino de Dios está cerca.
Arrepentíos y creed en el evangelio».
LLAMA A CUATRO PESCADORES
16 Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. 17 Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres». 18 Al instante dejaron las redes y lo siguieron. 19 Fue más adelante, y vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también dentro de la barca, remendando sus redes, 20 y al punto los llamó. Ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.

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