domingo, 25 de enero de 2009

Evangelio 26 de Eneo 2009

iempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Heb 9,15
15 Por eso es el mediador de una nueva alianza, a fin de que, consiguiendo con su muerte el perdón de los delitos cometidos en el tiempo de la primera alianza, aquellos que son llamados reciban la herencia eterna prometida.
Heb 9,24-28
24 Porque Cristo no entró en un santuario hecho por mano de hombre, simple figura del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro. 25 No para ofrecerse a sí mismo más veces, como lo hace el sumo sacerdote, que entra cada año en el santuario, con sangre ajena; 26 porque, de otro modo, hubiese tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo; pero ahora se ha manifestado una sola vez, al fin de los tiempos, para abolir el pecado por su sacrificio. 27 Y del mismo modo que está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después haya un juicio, 28 así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados del mundo, aparecerá una segunda vez, sin pecado, para dar la salvación a los que le esperan.

Salmo Responsorial
Sal 98,1
1 Salmo
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra, su santo brazo, le alcanzó la victoria;

Sal 98,2-3
2 el Señor ha dado a conocer su victoria, ha revelado a las naciones su justicia; 3 se acordó de su amor y su lealtad para con la casa de Israel; todos los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Sal 98,3-4
3 se acordó de su amor y su lealtad para con la casa de Israel; todos los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. 4 Aclamad al Señor toda la tierra, alegraos, regocijaos, cantad,

Sal 98,5-6
5 cantad al Señor al son del arpa, al son del arpa y del salterio; 6 al son de los clarines y trompetas
aclamad al rey, el Señor.

Evangelio
Mc 3,22-30
22 Los maestros de la ley, que habían venido de Jerusalén, decían: «¡Tiene a Belcebú!»; y también: «¡Echa a los demonios con el poder del príncipe de los demonios!». 23 Jesús entonces los llamó y les dijo en parábolas: 24 «¿Cómo puede ser que Satanás eche a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. 25 Y si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no puede subsistir. 26 Si Satanás se alza contra sí mismo, está dividido y no puede subsistir; toca a su fin. 27 Por otra parte, nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus cosas si antes no lo ata; sólo así podrá saquear su casa».
LA BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO
28 «Os aseguro que a los hombres se les perdonarán todos los pecados y blasfemias que digan; 29 pero quien blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás y cargará con su pecado eternamente». 30 Y es que los maestros de la ley decían: «Tiene un espíritu inmundo.

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