lunes, 18 de agosto de 2008

Evangelio y lecturas martes 19 de Agosto

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura
Ez 28,1-10
1 El Señor me dijo: 2 «Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Esto dice el Señor Dios: Tu corazón se ha enorgullecido y has dicho: Un dios soy yo, en la morada de un dios habito, en medio del mar. Tú, que eres un hombre y no un dios, has equiparado tu corazón al corazón de Dios. 3 ¡Oh, sí!, más sabio eres que Daniel, ningún sabio te iguala.4 Con tu sabiduría y tu inteligencia te has procurado riquezas, has acumulado oro y plata en tus tesoros;5 por tu gran habilidad en el comercio has aumentado tus riquezas, y tu corazón se ha engreído por tu opulencia. 6 Por eso, esto dice el Señor Dios: Porque has hecho tu corazón semejante al corazón de Dios, 7 he aquí que yo haré venir contra ti a extranjeros, los más feroces de los pueblos, y desenvainarán su espada contra la prez de tu sabiduría y borrarán tu esplendor. 8 Te harán bajar a la fosa y morirás atravesado en el corazón del mar. 9 ¿Podrás decir aún: Un dios soy yo, ante los verdugos? Un hombre eres, y no un dios, en manos de quienes te traspasan. 10 ¡Tendrás la muerte de los incircuncisos, en manos de extranjeros! He hablado yo», dice el Señor Dios.

Salmo Responsorial
Dt 32,26-27
26 Yo hubiera querido reducirlos a polvo, / borrar de entre los hombres su memoria; 27 pero pensé en la arrogancia / de los enemigos, / en la falsa interpretación / que ellos harían: / Ha sido nuestra mano poderosa, / y no el Señor, / la que hizo todo esto.
Dt 32,27-28
27 pero pensé en la arrogancia / de los enemigos, / en la falsa interpretación / que ellos harían: / Ha sido nuestra mano poderosa, / y no el Señor, / la que hizo todo esto. 28 Es una nación que ha perdido la cabeza / y no tiene entendimiento.
Dt 32,30
30 ¿Cómo puede uno solo perseguir a mil / y dos poner en fuga a diez mil, / sino porque su roca los ha vendido / y el Señor los ha entregado?
Dt 32,35-36
35 para el día de la venganza y el desquite, / para el tiempo en que sus pies tropezarán. / Está cerca el día de su ruina, / se precipita su destino. 36 El Señor saldrá en defensa de su pueblo, / tendrá misericordia de sus siervos, / cuando vea que se agotan sus fuerzas / y que no queda entre ellos ni esclavo ni libre.

Evangelio
Mt 19,23-30
23 Jesús dijo a sus discípulos: «Os aseguro que un rico difícilmente entrará en el reino de Dios. 24 Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios». 25 Al oír esto los discípulos, se quedaron asombrados y dijeron: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». 26 Jesús los miró y les dijo: «Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible».
PREMIO A LA POBREZA EVANGÉLICA
27 Entonces Pedro le dijo: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos espera?». 28 Jesús les dijo: «Os aseguro que vosotros, los que me habéis seguido, en la nueva creación, cuando el hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, os sentaréis también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que deje casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos o campos por mi causa recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna». 30 «Muchos primeros serán los últimos, y los últimos los primeros».

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