Adviento
1ª Lectura
Mal 3,1-4
1 Yo enviaré mi mensajero a reparar el camino delante de mí; pronto vendrá a su templo el Señor, a quien vosotros buscáis; el ángel de la alianza, por quien tanto suspiráis, ya está para llegar -dice el Señor todopoderoso-. 2
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién subsistirá cuando aparezca? Será como el fuego del fundidor y como la lejía de las lavanderas. 3 Se sentará para fundir y refinar la plata. Purificará a los hijos de Leví, los refinará como el oro y la plata, a fin de que puedan presentar al Señor una ofrenda conforme a justicia. 4 Entonces la ofrenda de Judá y de Jerusalén será agradable al Señor como en los tiempos antiguos, como en los años primeros.
Mal 3,23-24
23 Yo os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día grande y terrible del Señor. 24 Él hará volver el corazón de los padres a los hijos y el corazón de los hijos a los padres, para que cuando yo venga no tenga que
exterminar la tierra.
Salmo Responsorial
Sal 25,4-5
4 Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas; 5 guíame en tu verdad, enséñame; tú eres mi Dios y mi salvador, yo siempre espero en ti.
Sal 25,8-9
8 El Señor es bueno y recto y enseña el camino a los descarriados, 9 conduce en la justicia a los humildes, enseña a los humildes su camino;
Sal 25,10
10 los caminos del Señor son amor y lealtad para quien guarda su alianza y sus preceptos.
Sal 25,14
14 El Señor se confía a sus leales y les explica su alianza.
Evangelio
Lc 1,57-66
57 A Isabel se le cumplió el tiempo de su parto y dio a luz un hijo. 58 Los vecinos y parientes, al enterarse del gran favor que el Señor le había hecho, fueron a felicitarla. 59 A los ocho días llevaron a circuncidar al niño. Querían que se llamara Zacarías, como su padre. 60 Pero su madre dijo: «No. Se llamará Juan». 61 Le advirtieron: «No hay nadie en tu familia que se llame así». 62 Preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamase. 63 Él pidió una tablilla y escribió: «Su nombre es Juan». Todos se quedaron admirados. 64 Inmediatamente se le soltó la lengua y empezó a hablar bendiciendo a Dios. 65 Todos los vecinos se llenaron de temor. Estas cosas se comentaban en toda la montaña de Judea. 66 Todos los que las oían decían pensativos: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él.
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