lunes, 8 de diciembre de 2008

Evangelio 9 de Diciembre 2008

Adviento

1ª Lectura
Is 40,1-11
1 Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios. 2 Hablad al corazón de Jerusalén y gritadle que se ha cumplido su servicio, que está perdonado su pecado, que ha recibido de la mano del Señor el doble de castigo por todos sus pecados.
EL PRECURSOR
3 Una voz grita: Preparad en el desierto para el Señor un camino, allanad en la estepa una senda para nuestro Dios. 4 Que los valles se eleven, que las montañas y colinas se abajen, que los caminos tortuosos se hagan rectos y los escabrosos llanos. 5 La gloria del Señor se manifestará y todo mortal la verá, porque la boca del Señor ha hablado. 6 Una voz manda: ¡Grita! Yo digo: ¿Qué he de gritar? Todo mortal es hierba, toda su gloria como flor del campo.7 La hierba se seca, la flor se marchita, cuando el soplo del Señor le llega. ¡Sí, el pueblo es la hierba! 8 La hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre.
9 Sube a un monte alto, mensajero de albricias de Sión, haz resonar fuertemente tu voz, mensajero de albricias de Jerusalén. Hazla resonar sin miedo: di a las ciudades de Judá: ¡Aquí está vuestro Dios! 10 Aquí el Señor Dios, que viene con potencia; su brazo lo somete todo. Viene con él el precio de su victoria, y sus trofeos le preceden. 11 Como un pastor apacienta su rebaño, en su brazo recoge a los corderos, en su seno los lleva y conduce al reposo a las paridas.

Salmo Responsorial
Sal 96,1-2
1 Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra; 2 cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación;

Sal 96,3
3 publicad su gloria entre las gentes, sus portentos entre todos los pueblos.

Sal 96,10
10 Decid por las naciones: «El Señor es rey, él afirmó el mundo, y no se moverá; él juzga a los pueblos con justicia».

Sal 96,11-12
11 Que se alegre el cielo y goce la tierra, que retumbe el mar y todo lo que encierra, 12 que sonrían los campos con sus frutos, que griten de alegría los árboles del bosque
Sal 96,13
13 delante del Señor, porque ya viene, porque viene para gobernar la tierra,
para implantar en el mundo la justicia, y entre todos los pueblos la lealtad.

Evangelio
Mt 18,12-24
12 «¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve e irá a buscar la extraviada? 13 Y si la encuentra, os aseguro que se alegra por ella más que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. 14 De la misma manera, vuestro Padre celestial no quiere que se pierda ni uno solo de esos pequeñuelos».
CORRECCIÓN FRATERNA Y POTESTAD DE LA IGLESIA
15 «Si tu hermano ha pecado contra ti, ve y repréndelo a solas; si te escucha, habrás ganado a tu hermano; 16 pero si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que toda causa sea decidida por la palabra de dos o tres testigos. 17 Si no quiere escucharles, dilo a la comunidad; y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano y publicano. 18 Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo».
ORACIÓN EN COMÚN
19 «Os aseguro que, si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre la tierra, cualquier cosa que pidan les será concedida por mi Padre celestial. 20 Porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
EL PERDÓN DE LAS INJURIAS. PARÁBOLA DEL SIERVO DESPIADADO
21 Pedro se acercó y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?». 22 Jesús le dijo: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete». 23 «El reino de Dios es semejante a un rey que quiso arreglar sus cuentas con sus empleados. 24 Al comenzar a tomarlas, le fue presentado uno que le debía millones.

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