1ª Lectura
Sof 3,1-2
1 ¡Ay de la rebelde y contaminada, la ciudad opresora! 2 No ha escuchado la voz, no ha aprendido la lección, no ha puesto su confianza en el Señor,
no ha acudido a su Dios.
Sof 3,9-13
9 Yo daré entonces a los pueblos labios puros para que invoquen todos el nombre del Señor y le sirvan de común acuerdo. 10 Desde allende los ríos de Etiopía vendrán mis adoradores, y mis hijos dispersos me traerán sus ofrendas.
11 Aquel día no tendrás que avergonzarte de los crímenes con los que te rebelaste contra mí; porque entonces yo quitaré de en medio de ti a tus orgullosos fanfarrones y dejarás de presumir de mi santo monte. 12 Yo dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, que esperará en el nombre del Señor, 13 el resto de Israel, que no cometerá injusticias, ni dirá mentiras, ni tendrá en su boca lengua falsa; pastarán y reposarán sin que nadie les inquiete.
Salmo Responsorial
Sal 34,2-3
2 Bendeciré al Señor a todas horas, su alabanza estará siempre en mi boca;
3 mi alma se gloría en el Señor, que lo oigan los pobres y se alegren;
Sal 34,6-7
6 Los que miran hacia él quedan radiantes y su rostro no se sonroja más.
7 Un mísero gritó: el Señor lo escuchó y lo libró de todas sus angustias;
Sal 34,17-18
17 el Señor se enfrenta con los criminales para borrar su memoria de la tierra. 18 Ellos gritan, el Señor los atiende y los libra de todas sus angustias;
Sal 34,19
19 el Señor está cerca de los atribulados, él salva a los que están hundidos.
Sal 34,23
23 El Señor rescata la vida de sus siervos, los que en él se refugian no serán castigados.
Evangelio
Mt 21,28-32
28 «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos; se acercó al primero y le dijo: Hijo, vete a trabajar hoy a la viña. 29 Y él respondió: No quiero. Pero después se arrepintió y fue. 30 Se acercó al otro hijo y le dijo lo mismo, y éste respondió: Voy, señor; pero no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?». Le contestaron: «El primero». Jesús dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán en el reino de Dios antes que vosotros. 32 Porque Juan vino por el camino de la justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las prostitutas han creído en él. Pero vosotros, aun viendo esto, no os habéis arrepentido ni creído en él».
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