miércoles, 18 de febrero de 2009

Evangelio 19 de Febrero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Gén 9,1-13
1 Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. 2 Todos los animales de la tierra os temerán y os respetarán; las aves del cielo, todo lo que se mueve sobre la tierra y todos los peces del mar están en vuestras manos. 3 Todo cuanto se mueve y tiene vida os servirá de alimento. Yo os lo doy, como antes os di las verduras. 4 Sólo una cosa no debéis comer: carne que tenga aún dentro su vida, esto es, su sangre. 5 Yo pediré cuenta estrecha de la sangre de cada uno de vosotros; se la pediré a los animales y al hombre: a cada uno le pediré cuenta de la vida de su hermano. 6 Quien derrame sangre de hombre verá la suya derramada por el hombre, porque Dios ha hecho al hombre a su imagen. 7 Vosotros sed fecundos, multiplicaos, llenad la tierra y dominadla». 8 Dios dijo a Noé y a sus hijos: 9 «Yo establezco mi pacto con vosotros, con vuestros descendientes después de vosotros 10 y con todos los seres vivientes que hay entre vosotros: aves, ganados, bestias del campo, todos los animales que salieron con vosotros del arca. 11 Éste es mi pacto con vosotros: Ningún ser viviente volverá a ser exterminado por las aguas del diluvio, ni volverá a haber diluvio que arrase la tierra». 12 Y añadió: «Ésta será la señal del pacto que pongo entre mí y vosotros y todos los seres vivientes que hay entre vosotros, por todas las generaciones futuras. 13 Yo pongo mi arco iris en las nubes, y él será la señal de la alianza entre mí y la tierra.

Salmo Responsorial
Sal 102,16-18
16 Las naciones respetarán el nombre del Señor y los reyes de la tierra tu gloria, 17 cuando el Señor reconstruya a Sión y aparezca en su gloria, 18 cuando atienda la oración del expoliado, y no rechace sus ruegos.

Sal 102,19-21
19 Que esto quede escrito para la edad futura, los que luego nazcan alaben al Señor. 20 El Señor se asomó desde su excelso santuario, miró desde los cielos a la tierra, 21 para escuchar el gemido de los encarcelados y libertar a los condenados a muerte;

Sal 102,29
29 Los hijos de tus siervos tendrán una morada y su descendencia será estable ante ti.

Sal 102,22-23
22 para que se pregone en Sión el nombre del Señor y su alabanza en Jerusalén; 23 cuando se congreguen a una los pueblos y los reyes para dar culto al Señor.

Evangelio
Mc 8,27-33
27 Salió Jesús con sus discípulos hacia las aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?». 28 Ellos le dijeron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías y otros que uno de los profetas». 29 Él les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?». Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el mesías». 30 Y Jesús les ordenó que no se lo dijeran a nadie.
PRIMER ANUNCIO DE LA PASIÓN
31 Desde entonces comenzó a declararles que el hijo del hombre tenía que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los maestros de la ley, morir y resucitar al tercer día. 32 Esto lo decía con toda claridad. Pedro se lo llevó aparte y se puso a reprenderle. 33 Jesús se volvió y, mirando a sus discípulos, riñó a Pedro diciéndole: «¡Apártate de mí, Satanás!, porque tus sentimientos no son los de Dios, sino los de los hombres.

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