viernes, 20 de febrero de 2009

evangelio 20 de febrero 2009

Tiempo Ordinario: (1ª Parte)

1ª Lectura
Gén 11,1-9
1 Toda la tierra hablaba una misma lengua y usaba las mismas palabras. 2 Los hombres, al emigrar de oriente, encontraron una llanura en el país de Senaar y se establecieron allí. 3 Y se dijeron unos a otros: «Ea, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego». Se sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras, y de betún en lugar de argamasa. 4 Luego dijeron: «Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos famosos y no andemos más dispersos por la tierra». 5 El Señor descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando, y 6 dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y hablan una misma lengua, y éste es sólo el principio de sus empresas. Nada les
impedirá llevar a cabo todo lo que se propongan. 7 Pues bien, descendamos y confundamos su lenguaje para que no se entiendan los unos a los otros». 8 Así el Señor los dispersó de allí por toda la tierra y dejaron de construir la ciudad. 9 Por eso se la llamó Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de todos los habitantes de la tierra y los dispersó por toda su superficie.

Salmo Responsorial

Sal 33,10-11
10 El Señor desbarata el plan de las naciones y deshace los proyectos de los pueblos; 11 pero el plan del Señor subsiste eternamente, sus proyectos, por todas las edades.

Sal 33,12-13
12 Dichosa la nación que tiene al Señor por Dios, el pueblo que él se escogió por heredad. 13 El Señor se asoma desde el cielo y contempla a todos los humanos;

Sal 33,14-15

14 desde el lugar de su morada observa a todos los habitantes de la tierra; 15 él formó el corazón de cada uno y vigila todo lo que hacen.


Evangelio
Mc 8,34-39
34 Llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo: «El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 35 Porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mí y por el evangelio la salvará. 36 ¿De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? 37 ¿Y qué dará el hombre a cambio de su vida? 38 Porque si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina ante esta generación adúltera y pecadora, también el hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

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