viernes, 4 de julio de 2025

Lecturas 4 de Julio de 2025

 

  • Primera Lectura

    Isaías 58:6-11

    6
    ¿El ayuno que prefiero no es más bien
    romper las cadenas de la iniquidad, soltar las ataduras del yugo, dejar libres a los oprimidos y quebrar todo yugo?
    7
    ¿No es compartir tu pan con el hambriento,
    e invitar a tu casa a los pobres sin asilo? Al que veas desnudo, cúbrelo y no te escondas de quien es carne tuya.
    8
    Entonces tu luz despuntará como la aurora,
    y tu curación aparecerá al instante, tu justicia te precederá y la gloria del Señor cerrará tu marcha.
    9
    Entonces clamarás, y el Señor te responderá,
    pedirás socorro, y Él te dirá: «Aquí estoy». Si apartas de en medio de ti el yugo, el señalar con el dedo, y la maledicencia,
    10
    y ofreces tu propio sustento al hambriento,
    y sacias el alma afligida, entonces tu luz despuntará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía.
    11
    El Señor te guiará de continuo,
    saciará tu alma en las regiones áridas, dará fuerza a tus huesos, y serás como huerto regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 107:2-9

    2
    Que lo digan los redimidos del Señor,
    los que ha redimido de la mano del adversario,
    3
    y ha congregado de los países
    del Oriente y del Occidente, del Septentrión y del Mar.
    4
    Vagaron errantes por el desierto, por la estepa,
    sin encontrar el camino de una ciudad donde habitar.
    5
    Hambrientos y sedientos,
    desfallecían sus almas.
    6
    En su angustia clamaron al Señor,
    y los libró de sus tribulaciones.
    7
    Los condujo por camino recto,
    hasta llegar a una ciudad donde habitar.
    8
    Den gracias al Señor por su misericordia,
    por sus maravillas con los hijos de Adán.
    9
    Porque sació al alma sedienta,
    y a la hambrienta la llenó de bienes.

  • Evangelio

    Mateo 25:31-46

    31»Cuando venga el Hijo del Hombre en su gloria y acompañado de todos los ángeles, se sentará entonces en el trono de su gloria,
    32y serán reunidas ante él todas las gentes; y separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos,
    33y pondrá las ovejas a su derecha, los cabritos en cambio a su izquierda.
    34Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo:
    35porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era peregrino y me acogisteis;
    36estaba desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme».
    37Entonces le responderán los justos: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?;
    38¿cuándo te vimos peregrino y te acogimos, o desnudo y te vestimos?,
    39o ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a verte?»
    40Y el Rey, en respuesta, les dirá: «En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis».
    41Entonces dirá a los que estén a la izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles:
    42porque tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber;
    43era peregrino y no me acogisteis; estaba desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis».
    44Entonces le replicarán también ellos: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, peregrino o desnudo, enfermo o en la cárcel y no te asistimos?»
    45Entonces les responderá: «En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también dejasteis de hacerlo conmigo.
    46Y éstos irán al suplicio eterno; los justos, en cambio, a la vida eterna».

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