Tiempo Ordinario: (2ª Parte)
1ª Lectura
Is 55,1-3
1 ¡Oh, todos los que estáis sedientos, id por agua, aunque no tengáis dinero! Venid, comprad grano y comed, sin dinero y sin pagar, vino y leche. 2 ¿Por qué gastáis vuestro dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no llena? Escuchadme bien, y comeréis cosas buenas; y os deleitaréis con manjares exquisitos. 3 Prestad oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma. Haré con vosotros un pacto eterno, según la fiel promesa que hice a David.
Salmo Responsorial
Sal 145,8-9
8 El Señor es tierno y compasivo, paciente y lleno de bondad; 9 el Señor es bueno con todos,
lleno de ternura con todas sus obras.
Sal 145,15-16
15 Los ojos de todos están fijos en ti y tú les das a su tiempo la comida; 16 abres la mano y sacias a placer a todos los vivientes.
Sal 145,17-18
17 El Señor es justo en todos sus caminos, leal en todas sus acciones; 18 el Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad.
2ª Lectura
Rom 8,35
35 ¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada?
Rom 8,37-39
37 Pero en todas estas cosas salimos triunfadores por medio de aquel que nos amó. 38 Porque estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes ni las futuras, ni las potestades, 39 ni la altura ni la profundidad, ni otra
criatura alguna podrá separarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Evangelio
Mt 14,13-21
13 Al saber esto, Jesús se fue de allí en una barca a un lugar tranquilo y solitario; la gente, al enterarse, lo siguió a pie desde las ciudades. 14 Al desembarcar y ver a tanta gente, se compadeció de ella y curó a sus enfermos. 15 Al caer el día, se le acercaron sus discípulos y le dijeron: «Estamos en un descampado y ya es muy tarde; despide a la gente para que vayan a las aldeas a comprarse algo de comer». 16 Jesús les dijo: «No hace falta que se vayan.
Dadles vosotros de comer». 17 Ellos le dijeron: «Sólo tenemos aquí cinco panes y dos peces». 18 Él dijo: «Traédmelos». 19 Mandó que la gente se echase sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, alzó los ojos al cielo y los bendijo; partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los distribuyeran a la gente. 20 Todos comieron y se hartaron; y se recogieron doce canastos llenos de las sobras. 21 Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños .
1ª Lectura
Is 55,1-3
1 ¡Oh, todos los que estáis sedientos, id por agua, aunque no tengáis dinero! Venid, comprad grano y comed, sin dinero y sin pagar, vino y leche. 2 ¿Por qué gastáis vuestro dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no llena? Escuchadme bien, y comeréis cosas buenas; y os deleitaréis con manjares exquisitos. 3 Prestad oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma. Haré con vosotros un pacto eterno, según la fiel promesa que hice a David.
Salmo Responsorial
Sal 145,8-9
8 El Señor es tierno y compasivo, paciente y lleno de bondad; 9 el Señor es bueno con todos,
lleno de ternura con todas sus obras.
Sal 145,15-16
15 Los ojos de todos están fijos en ti y tú les das a su tiempo la comida; 16 abres la mano y sacias a placer a todos los vivientes.
Sal 145,17-18
17 El Señor es justo en todos sus caminos, leal en todas sus acciones; 18 el Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad.
2ª Lectura
Rom 8,35
35 ¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada?
Rom 8,37-39
37 Pero en todas estas cosas salimos triunfadores por medio de aquel que nos amó. 38 Porque estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes ni las futuras, ni las potestades, 39 ni la altura ni la profundidad, ni otra
criatura alguna podrá separarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Evangelio
Mt 14,13-21
13 Al saber esto, Jesús se fue de allí en una barca a un lugar tranquilo y solitario; la gente, al enterarse, lo siguió a pie desde las ciudades. 14 Al desembarcar y ver a tanta gente, se compadeció de ella y curó a sus enfermos. 15 Al caer el día, se le acercaron sus discípulos y le dijeron: «Estamos en un descampado y ya es muy tarde; despide a la gente para que vayan a las aldeas a comprarse algo de comer». 16 Jesús les dijo: «No hace falta que se vayan.
Dadles vosotros de comer». 17 Ellos le dijeron: «Sólo tenemos aquí cinco panes y dos peces». 18 Él dijo: «Traédmelos». 19 Mandó que la gente se echase sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, alzó los ojos al cielo y los bendijo; partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los distribuyeran a la gente. 20 Todos comieron y se hartaron; y se recogieron doce canastos llenos de las sobras. 21 Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños .
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