martes, 26 de agosto de 2008

Evangelio y lecturas 26 de Agosto 2008

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura
2Tes 2,1-3
1 Hermanos, respecto de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, os rogamos 2 que no os dejéis tan fácilmente impresionar ni os alarméis por supuestas revelaciones, palabras o cartas que os induzcan a pensar que el día del Señor es inminente, por más que se os diga que son nuestras. 3 Que nadie os engañe en modo alguno, porque antes ha de venir la apostasía y ha de aparecer el hombre de la iniquidad, el destinado a la perdición, el adversario,
2Tes 2,13-16
13 Pero nosotros debemos dar continuamente gracias a Dios por vosotros, hermanos queridos del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvaros por la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. 14 Precisamente para esto os llamó por nuestra predicación del evangelio, para que alcancéis la gloria de nuestro Señor Jesucristo. 15 Por tanto, hermanos, manteneos firmes y guardad las enseñanzas que habéis recibido de nosotros de palabra y por escrito. 16 Y que el mismo Señor Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y por su gracia nos ha dado un consuelo eterno y una hermosa esperanza,

Salmo Responsorial
Sal 96,10
10 Decid por las naciones: «El Señor es rey, él afirmó el mundo, y no se moverá; él juzga a los pueblos con justicia».

Sal 96,11-12
11 Que se alegre el cielo y goce la tierra, que retumbe el mar y todo lo que encierra, 12 que sonrían los campos con sus frutos, que griten de alegría los árboles del bosque
Sal 96,12-13
12 que sonrían los campos con sus frutos, que griten de alegría los árboles del bosque 13 delante del Señor, porque ya viene, porque viene para gobernar la tierra, para implantar en el mundo la justicia, y entre todos los pueblos la lealtad.

Evangelio
Mt 23,23-26
23 ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe! Hay que hacer una cosa sin descuidar la otra. 24 ¡Guías ciegos, que coláis un mosquito y os tragáis un camello! 25 ¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera el vaso y el plato, pero por dentro están llenos de rapiña y codicia! 26 ¡Fariseo ciego, limpia primero el vaso y el plato por dentro, para que también por fuera queden limpios!

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