viernes, 29 de agosto de 2008

Evangelio y lecturas Sabado 30 de Agosto

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura
1Cor 1,26-31
26 Considerad si no, hermanos, vuestro grupo de llamados: no hay muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 Dios eligió lo que el mundo tiene por necio para humillar a los sabios; lo débil, para humillar a los fuertes; 28 lo vil, lo despreciable, lo que es nada, para anular a los que son algo; 29 para que nadie presuma delante de Dios. 30 Por él vosotros estáis en Cristo Jesús, el cual de parte de Dios se ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención, 31 para que, como dice la Escritura, el que quiera presumir de algo, que presuma de lo que ha hecho el Señor.

Salmo Responsorial
Sal 33,12-13
12 Dichosa la nación que tiene al Señor por Dios, el pueblo que él se escogió por heredad. 13 El Señor se asoma desde el cielo y contempla a todos los humanos;
Sal 33,18-19
18 Pero el Señor se cuida de sus fieles, de los que confían en su misericordia, 19 para librarlos de la muerte y sostenerlos en tiempos de hambre.
Sal 33,20-21
20 Nosotros esperamos al Señor, el es nuestro auxilio y nuestro escudo;
21 en él se goza nuestro corazón, en su nombre santo confiamos.

Evangelio
Mt 25,14-30
14 «Porque es como un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus criados y les confió su hacienda. 15 A uno dio cinco millones, a otro dos y a otro uno, a cada uno según su capacidad; y se fue. 16 El que había recibido cinco se puso en seguida a trabajar con ellos y ganó otros cinco. 17 Asimismo el de los dos ganó otros dos. 18 Pero el que había recibido uno solo fue, cavó en la tierra y enterró allí el dinero de su señor.19 Después de mucho tiempo, volvió el amo de aquellos criados y les tomó cuenta. 20 Llegó el que había recibido cinco millones y presentó otros cinco, diciendo: Señor, me diste cinco millones; aquí tienes otros cinco que he ganado. 21 El amo le dijo: ¡Bien, criado bueno y fiel!; has sido fiel en lo poco, te confiaré lo mucho. Entra en el gozo de tu señor. 22 Se presentó también el de los dos millones, y dijo: Señor, me diste dos millones; mira, he ganado otros dos. 23 Su amo le dijo: ¡Bien, criado bueno y fiel!; has sido fiel en lo poco, te confiaré lo mucho. Entra en el gozo de tu señor. 24 Se acercó también el que había recibido un solo millón, y dijo: Señor, sé que eres duro, que cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. 25 Tuve miedo, fui y escondí tu millón en la tierra. Aquí tienes lo tuyo. 26 Su amo le respondió: Siervo malo y holgazán, ¿sabías que quiero cosechar donde no he sembrado y recoger donde no he esparcido? 27 Debías, por tanto, haber entregado mi dinero a los banqueros para que, al volver yo, retirase lo mío con intereses. 28 Quitadle, pues, el millón y dádselo al que tiene diez. 29 Porque al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 30 Y a ese criado inútil echadlo a las tinieblas exteriores. Allí será el llanto y el crujir de dientes».

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