sábado, 6 de septiembre de 2008

Evangelio sabado 6 de Septiembre 2008

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura
1Cor 4,6-15
6 Hermanos, me he aplicado esto a mí y a Apolo para que aprendáis a no ir más allá de lo que está escrito, a fin de que nadie se apasione por uno con detrimento para el otro. 7 Pues ¿quién te hace a ti superior? Y ¿qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué presumes como si no lo hubieras recibido? 8 ¡Ya estáis satisfechos! ¡Ya sois ricos! ¡Habéis llegado a reinar sin nosotros! ¡Ojalá reinaseis de verdad, para que reinásemos con vosotros! 9 Pues creo que Dios nos ha presentado a nosotros, los apóstoles, como lo último, como condenados a muerte, porque hemos llegado a ser el espectáculo del mundo, de los ángeles y de los hombres.
10 Nosotros tontos por Cristo, vosotros sabios en Cristo; nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros honrados, nosotros despreciados. 11 Hasta ahora padecemos hambre, sed y falta de ropa. Somos abofeteados, andamos errantes 12 y nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Nos insultan, y bendecimos; nos persiguen, y aguantamos; 13 nos calumnian, y respondemos con bondad. Hemos sido hasta ahora como basura del mundo, como desecho de todos.
EXHORTACIÓN PATERNAL
14 No os escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos muy queridos. 15 Porque aunque tuvierais diez mil pedagogos que os hablen de Cristo, no tendríais muchos padres, pues por medio del evangelio yo os he engendrado en Cristo Jesús.

Salmo Responsorial
Sal 145,17-18
17 El Señor es justo en todos sus caminos, leal en todas sus acciones; 18 el Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad.
Sal 145,19-20
19 Él cumple los deseos de sus fieles, escucha su clamor y los libera; 20 el Señor guarda a todos sus amigos, y extermina a todos los malvados.
Sal 145,21
21 Mi boca dirá la alabanza del Señor, todos los muertos bendecirán su santo nombre por siempre jamás.

Evangelio
Lc 6,1-5
1 Un sábado, Jesús atravesaba unos sembrados, y sus discípulos comenzaron a cortar espigas y a comerlas, desgranándolas con las manos. 2 Unos fariseos dijeron: «¿Por qué hacéis lo que no está permitido hacer en sábado?». 3 Jesús les respondió: «¿No habéis leído lo que hizo David cuando tuvo hambre él y los suyos? 4 ¿Cómo entró en la casa de Dios, comió los panes de la proposición y dio a los que le acompañaban, aunque a nadie le es permitido comer de ellos, sino sólo a los sacerdotes?». 5 Y les decía: «El hijo del hombre es Señor también del sábado».

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