domingo, 19 de octubre de 2008

Evangelio y lecturas lunes 20 de octubre

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura
Ef 2,1-10
1 Vosotros estabais muertos por las culpas y los pecados 2 que cometisteis siguiendo el modo de vivir de este mundo, bajo el príncipe de las potestades aéreas, el espíritu que actúa en los que se rebelan contra Dios. 3 Nosotros también éramos de ésos cuando nos dejábamos llevar de las apetencias carnales, sujetos a los deseos de nuestros instintos y a nuestra imaginación. Éramos, por naturaleza, objeto de la ira divina, igual que los demás. 4 Pero Dios, rico en misericordia, por el inmenso amor con que nos amó, 5 nos dio vida juntamente con Cristo (pues habéis sido salvados por pura gracia) cuandoestábamos muertos por el pecado, 6 nos resucitó y nos hizo sentar con él en los cielos con Cristo Jesús, 7 a fin de manifestar en los siglos venideros la excelsa riqueza de su gracia mediante su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Habéis sido salvados gratuitamente por la fe; y esto no es cosa vuestra, es un don de Dios; 9 no se debe a las obras, para que nadie se llene de vanidad. 10 Él nos ha hecho, él nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para hacer obras buenas tal y como él lo dispuso de antemano.

Salmo Responsorial
Sal 100,2
2 servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con gritos jubilosos.

Sal 100,3
3 Reconoced que el Señor es Dios: él nos ha hecho y somos suyos, su pueblo, las ovejas que él guarda.
Sal 100,4
4 Entrad en sus pórticos dándole gracias, alabadlo, bendecid su nombre:
Sal 100,5
5 porque el Señor es bueno, su amor es eterno, y su lealtad perpetua por todas las edades.

Evangelio
Lc 12,13-21
13 Uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo». 14 Él le respondió: «Hombre, ¿quién me ha hecho juez y repartidor entre vosotros?». 15 Y prosiguió: «Guardaos bien de toda avaricia; que, aunque uno esté en la abundancia, no tiene asegurada la vida con sus riquezas». 16 Y les dijo una parábola: «Las fincas de un hombre rico dieron una gran cosecha. 17 Y él pensó: ¿Qué haré, pues no tengo donde almacenar mis cosechas? 18 Y se dijo: Destruiré mis graneros, los ampliaré y meteré en ellos todas mis cosechas y mis bienes. 19 Luego me diré: Tienes muchos bienes almacenados para largos años; descansa, come, bebe y pásalo bien. 20 Pero Dios le dijo: ¡Insensato, esta misma noche morirás!; ¿para quién será lo que has acaparado? 21 Así sucederá al que amontona riquezas para sí y no es rico a los ojos de Dios».

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