Tiempo Ordinario: (1ª Parte)
1ª Lectura
Heb 2,14-18
14 Pues de la misma manera que los hijos participan de la misma carne y sangre, también él participó de modo parecido, para reducir a la impotencia mediante la muerte a aquel que tiene el imperio de la muerte, es decir, al diablo, 15 y libertar a todos aquellos que, por miedo a la muerte, estaban sometidos durante toda su vida a la esclavitud. 16 Porque, ciertamente, no vino en auxilio de los ángeles, sino que vino en auxilio de la descendencia de Abrahán. 17 Por lo cual debió hacerse en todo semejante a sus hermanos, para convertirse en sumo sacerdote misericordioso y fiel ante Dios, para alcanzar el perdón de los pecados del pueblo. 18 Pues por el hecho de haber sufrido y haber sido probado, está capacitado para venir en ayuda de aquellos que están sometidos a la prueba.
CRISTO, SUMO SACERDOTE
Salmo Responsorial
Sal 105,1-2
1 Dad gracias al Señor, invocad su nombre, publicad entre los pueblos sus proezas; 2 cantad, entonad himnos en su honor, decid a las gentes sus milagros;
Sal 105,3-4
3 estad orgullosos de su santo nombre, alegraos los que buscáis al Señor. 4 Recurrid al Señor y a su poder, buscad siempre su rostro.
Sal 105,6-7
6 raza de Abrahán, su siervo, hijos de Jacob, su elegido. 7 El Señor es nuestro Dios, sus leyes rigen en el mundo entero.
Sal 105,8-9
8 Él se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones; 9 del pacto que firmó con Abrahán, del juramento que hizo a Isaac,
Evangelio
Mc 1,29-39
29 Salieron de la sinagoga y fueron a la casa de Simón y de Andrés, con Santiago y Juan. 30 Le dijeron que la suegra de Simón estaba en cama con fiebre. 31 Él la agarró de la mano y la levantó. La fiebre desapareció, y ella se puso a atenderle. 32 Al anochecer le llevaron todos los enfermos y
endemoniados, 33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34 Jesús curó a muchos pacientes de diversas enfermedades y lanzó muchos demonios; pero no les dejaba hablar, porque lo conocían.
JESÚS RECORRE GALILEA
35 Muy de madrugada se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, y allí estuvo rezando. 36 Simón y sus compañeros lo buscaron, 37 lo encontraron y le dijeron: «Todos te están buscando». 38 Él les dijo: «Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, a predicar también allí, pues para eso he salido». 39 Y marchó a predicar en las sinagogas por toda Galilea, y echaba a los demonios. *
1ª Lectura
Heb 2,14-18
14 Pues de la misma manera que los hijos participan de la misma carne y sangre, también él participó de modo parecido, para reducir a la impotencia mediante la muerte a aquel que tiene el imperio de la muerte, es decir, al diablo, 15 y libertar a todos aquellos que, por miedo a la muerte, estaban sometidos durante toda su vida a la esclavitud. 16 Porque, ciertamente, no vino en auxilio de los ángeles, sino que vino en auxilio de la descendencia de Abrahán. 17 Por lo cual debió hacerse en todo semejante a sus hermanos, para convertirse en sumo sacerdote misericordioso y fiel ante Dios, para alcanzar el perdón de los pecados del pueblo. 18 Pues por el hecho de haber sufrido y haber sido probado, está capacitado para venir en ayuda de aquellos que están sometidos a la prueba.
CRISTO, SUMO SACERDOTE
Salmo Responsorial
Sal 105,1-2
1 Dad gracias al Señor, invocad su nombre, publicad entre los pueblos sus proezas; 2 cantad, entonad himnos en su honor, decid a las gentes sus milagros;
Sal 105,3-4
3 estad orgullosos de su santo nombre, alegraos los que buscáis al Señor. 4 Recurrid al Señor y a su poder, buscad siempre su rostro.
Sal 105,6-7
6 raza de Abrahán, su siervo, hijos de Jacob, su elegido. 7 El Señor es nuestro Dios, sus leyes rigen en el mundo entero.
Sal 105,8-9
8 Él se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones; 9 del pacto que firmó con Abrahán, del juramento que hizo a Isaac,
Evangelio
Mc 1,29-39
29 Salieron de la sinagoga y fueron a la casa de Simón y de Andrés, con Santiago y Juan. 30 Le dijeron que la suegra de Simón estaba en cama con fiebre. 31 Él la agarró de la mano y la levantó. La fiebre desapareció, y ella se puso a atenderle. 32 Al anochecer le llevaron todos los enfermos y
endemoniados, 33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34 Jesús curó a muchos pacientes de diversas enfermedades y lanzó muchos demonios; pero no les dejaba hablar, porque lo conocían.
JESÚS RECORRE GALILEA
35 Muy de madrugada se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, y allí estuvo rezando. 36 Simón y sus compañeros lo buscaron, 37 lo encontraron y le dijeron: «Todos te están buscando». 38 Él les dijo: «Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, a predicar también allí, pues para eso he salido». 39 Y marchó a predicar en las sinagogas por toda Galilea, y echaba a los demonios. *
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