lunes, 8 de agosto de 2011

Evangelio 8 de Agosto de 2011

  • Primera Lectura: Deuteronomio 10, 12-22
    "No cierren su corazón. Amen al forastero, porque también ustedes lo fueron en Egipto"

    En aquellos días dijo Moisés al pueblo:
    «Ahora, Israel, advierte bien lo que el Señor te pide: Que temas al Señor, tu Dios; que cumplas su voluntad y lo ames; que sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma; que cumplas los preceptos y los mandamientos del Señor que hoy te impongo para tu bien.
    Es cierto que el cielo y toda su inmensidad, la tierra y cuanto hay en ella son del Señor, tu Dios; sin embargo, sólo con tus padres se unió el Señor con alianza de amor, y sólo a ustedes, sus descendientes, los eligió de entre todos los pueblos, como pueden comprobarlo todavía.
    No cierren, pues, su corazón ni endurezcan su cabeza, pues el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, Dios grande, fuerte y terrible; no es parcial ni acepta sobornos, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al forastero y le da pan y vestido. Amen, pues, al forastero, porque también ustedes lo fueron en Egipto.
    Teme al Señor, tu Dios; sírvelo; vive unido a él y jura en su nombre. El será tu gloria, él será tu Dios, pues él hizo por ti las terribles hazañas que tus ojos han visto. Setenta eran tus padres cuando fueron a Egipto, y ahora, Israel, el Señor, tu Dios, te ha hecho un pueblo numeroso como las estrellas del cielo».

  • Salmo Responsorial: 147
    "Glorifica al Señor, Jerusalén."

    Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. El refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa.
    R. Glorifica al Señor, Jerusalén.

    El mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. El envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
    R. Glorifica al Señor, Jerusalén.

    Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
    R. Glorifica al Señor, Jerusalén.

  • Evangelio: Mateo 17, 22-27
    "Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos de impuestos"

    En aquel tiempo, mientras recorrían juntos Galilea, dijo Jesús a sus discípulos:
    «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar».
    Al oír esto, los discípulos se llenaron de tristeza. Cuando llegaron a Cafarnaún, se acercaron a Pedro los recaudadores del impuesto para el templo y le preguntaron: «¿Acaso tu maestro no paga el impuesto?»
    Respondió Pedro:
    «Sí lo paga».
    Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle:
    «¿Qué te parece, Simón? ¿A quiénes les cobran impuestos los reyes de la tierra, a los hijos o a los extraños?»
    Pedro le respondió:
    «A los extraños».
    Jesús le dijo:
    «Por tanto, los hijos están exentos. Pero para no darles motivo de escándalo, ve al lago y echa el anzuelo, saca el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda. Tómala y paga por mí y por ti»

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