lunes, 27 de octubre de 2008

evangelio martes 28 de octubre de 2008

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura

Ef 5,21-33

21 Respetaos unos a otros por fidelidad a Cristo.

DEBERES RECÍPROCOS DE LOS CASADOS

22 Que las mujeres sean sumisas a sus maridos como si se tratara del Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, del mismo modo que Cristo es cabeza de la Iglesia, cuerpo suyo, del cual él es el Salvador. 24 Así como la Iglesia está sujeta a Cristo, así también las mujeres lo deben estar a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras esposas, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó él mismo por ella, 26 a fin de santificarla por medio del agua del bautismo y de la palabra, 27 para prepararse una Iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa parecida, sino santa y perfecta. 28 Así los maridos deben también amar a sus mujeres como a su propio cuerpo. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. 29 Porque nadie odia jamás a su propio cuerpo, sino que, por el contrario, lo alimenta y lo cuida, como hace Cristo con la Iglesia, 30 pues somos miembros de su cuerpo. 31 Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Éste es un gran misterio, que yo aplico a Cristo y a la Iglesia. 33 Por lo que toca a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.

Salmo Responsorial

Sal 128,1-2

1 Canción de las subidas Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos. 2 Comerás del trabajo de tus manos, serás feliz y todo te irá bien.

Sal 128,3

3 Tu esposa será como parra fecunda en la intimidad de tu casa; tus hijos, como brotes de olivo en torno a tu mesa.

Evangelio

Lc 13,18-21

18 Jesús les dijo: «¿A qué se parece el reino de Dios y a qué lo compararé? 19 Es como un grano de mostaza, que toma un hombre, lo echa en su huerto y crece hasta llegar a ser como un árbol, en cuyas ramas anidan las aves. 20 ¿A qué compararé el reino de Dios? 21 Es como la levadura que una mujer toma y la mete en tres medidas de harina, hasta que fermenta toda la masa».

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